En definitiva, es un lujo sosegado, personalizado y, como no, exclusivo. Eso no cambia.Un lujo silencioso que poco a poco se ha ido adentrando en todos los aspectos de la vida. Desde la moda, a los viajes. Y como no, también en el diseño de interiores.
En la decoración el lujo silencioso se transforma en sencillez, en buen gusto, primando por encima de todo la calidad del producto y de los materiales, apostando por la naturaleza. Y todo eso, sin dejar de lado los toques personales. Ha de ser una decoración atemporal, que resista a las tendencias, y que incluya piezas únicas. No hace falta ser millonario para incorporar lujo silencioso en tu decoración. Solo debes tener en cuenta algunos detalles.
Al tratarse de una decoración que no busca estridencias ni protagonismo, los colores elegidos se decantan por los tonos neutros. Blancos, beige, grises. Eso sí, en su gama más cálida, para conseguir ese plus de confort. Puedes añadir algún toque de color, siempre que no sea muy llamativo y siempre en pequeños detalles. Se busca crear espacios elegantes y sofisticados en los que los colores vibrantes no tienen cabida.
Del mismo modo, al tratarse de una decoración que tiene que aguantar el envite de todas las tendencias de cada temporada, los tonos neutros son los que mejor combinan y se adaptan a ellas.
Es una decoración que debe durar en el tiempo y mantenerse igual que el primer día. Por tanto, los materiales utilizados deben ser de calidad. Maderas nobles, mármoles, terciopelos, sedas….son bienvenidos. Pero sin opulencias. Se busca un hogar acogedor y elegante, nada recargado. Así que evita los muebles muy trabajados, los estampados llamativos y el exceso de texturas diferentes.
Eso lo conseguirás con piezas únicas. Rebusca en mercadillos de antigüedades o tiendas de segunda mano. Puedes encontrar auténticas joyas decorativas que, sin gastarte mucho dinero, harán de tu casa algo especial.
Busca objetos con historia que resistan las tendencias, que perduren en el tiempo, sin perder un ápice de su encanto. Recupera objetos familiares y dales una segunda vida. Muestra aquellos objetos que delatan que eres un gran viajero, con objetos originales de África, Asia u Oceanía. O porque no, con una hilera de láminas en blanco y negro de tus mejores fotos.
El lujo silencioso, como todo lujo, debe ser exclusivo y personal. Y no hay mejor forma de conseguirlo que con tus toques personales. Eso sí, elegantes y discretos.
El nuevo lujo también es sostenible. Así que todo lo natural será bienvenido. Y no solo eso, ese amor por la naturaleza también debe estar presente con plantas y flores naturales por doquier.
En eso sí que deberás invertir. Has de elegir algo que realmente te guste y puedas admirar durante años, sin que te moleste mirarlo al cabo de unos años. No hace falta que sea una pieza cara. En ocasiones es bueno hacer una pared a modo de galería e incluir allí tus cuadros preferidos. Sean de firma o comprados en el rastrillo.
El lujo silencioso aboga por una decoración que sea sobre todo funcional. Pero, a diferencia del minimalismo, ésta debe ser también estética. El buen gusto ha de primar sobre todo, al tiempo que tu casa debe ser práctica y confortable.
El lujo es bienestar, exclusividad y calidad. Así que no escatimes en invertir en cosas que te permitan estar a gusto en tu hogar, en elementos que te hagan sentir que es único, y con la suficiente calidad para que perduren en el tiempo, ajenos a las tendencias, pero sin perder la elegancia, la sofisticación y el buen gusto.
