Es llamativo, artístico y un poco desenfadado, pero mal aplicado puede resultar un fiasco importante. Combinar estilos diferentes en una misma estancia, sin que resulte un batiburrillo, es complicado. Pero si lo consigues, tendrán una habitación original y única como ninguna otra.
Básicamente es un estilo que no se rige por ninguna regla de color o forma, pero al que debes prestar atención, siguiendo algunos consejos, para no estropearlo. Consiste en combinar elementos vintage con vanguardistas, un estilo minimalista con colores llamativos o piezas con mucha historia con los muebles más contemporáneos. Y eso, a priori, puede resultar un poco difícil.
Ahora bien, hay algunos tips que puedes usar para personalizar tu habitación favorita con ese estilo ecléctico, que tanto va contigo, sin estropearlo.
Lo primero es no mezclar más de dos o tres estilos en un mismo espacio. Siempre te será más fácil encontrar una cohesión entre unos pocos, que muchos estilos combinados, que pueden provocar un caos. Del mismo modo, procura que la base de la estancia tenga colores neutros, aplicando los colores más llamativos o estampados más radicales en elementos de acento. Apuesta por paredes blancas o tonos neutros, para jugar con los otros elementos.
O si prefieres poner la nota de color en las paredes, apuesta por la neutralidad en los muebles principales. Es decir, la cama, el sofá, la mesa del comedor, etc… De esta forma tendrás un fondo blanco donde podrás ir añadiendo estilos diversos y varios colores de forma más armónica.
Procura mezclar elementos de diferentes épocas, evitando que los muebles de aquella estancia que quieras que sea ecléctica estén completamente conjuntados. Apuesta por muebles antiguos recuperados y mézclalos con muebles lisos y contemporáneos.
Es bueno que mantengas una misma temática en todo el espacio. Es decir, un concepto que te sirva de guía para combinar todos los elementos decorativos, aunque sean de estilos opuestos.
Antes de lanzarte a incorporar color en las paredes, estampados en el sofá y flores en las cortinas, consigue una muestra y preséntalas juntas para ver que, efectivamente aunque no lo parezca, combinan entre sí. Por tonalidad o estética.
Es un estilo en el que puedes potenciar toda tu creatividad y atreverte a incorporar cosas que en otros estilos serían impensables. Eso sí, procura ser coherente con el resto de decoración. Y aunque sea un elemento decorativo estridente, divertido y llamativo, haz que combine con el resto.
No debes confundir el estilo ecléctico con un espacio abarrotado de cosas. El menos es más sigue estando siempre presente. Los espacios deben fluir y no tener elementos que entorpezcan el espacio. No satures el espacio. Si ves que está sobrecargado, da un paso atrás y quita algún elemento, hasta encontrar el equilibrio perfecto.
Y ecléctico tampoco significa que el desorden sea válido. No debemos confundir el tener elementos de diferentes estilos, con que llenes el espacio con cosas sin ton ni son que no sabes dónde poner. El orden, sea el estilo que sea, siempre es primordial en una buena decoración.
Evita las repeticiones de elementos. El estilo ecléctico busca los toques únicos, la personalización del espacio. Por ejemplo, ¿por qué no poner las sillas de comedor todas diferentes o combinar maderas distintas en los muebles del salón?
Y un último consejo antes de lanzarte a decorar un espacio con un estilo ecléctico, pon en orden tus ideas y, una vez lo tengas claro en tu cabeza, juega a ir probando combinaciones hasta conseguir la deseada. Aquella que provoque un efecto wow al entrar en la habitación y deje claro cuál es tu personalidad.