Aunque no lo creas puedes tener una exquisita decoración de interiores, al tiempo que eres más sostenible. Con ello conseguirás ahorrarte mucho dinero y contribuir eficientemente a la salud del medio ambiente.
El movimiento Zero Waste se basa en las llamada 5 Rs: Rechazar, Reducir, Reutilizar, Reciclar y Rot (Compostar). Y eso precisamente es lo que debes aplicar en tu decoración.
Adoptar un estilo minimalista y funcional es la clave. Elimina aquella decoración superflua que solo te sirve para quitar más polvo. Busca el orden y disfrutarás mucho más del bienestar que te ofrece tu hogar.
Para cambiar la decoración de tu casa, a veces tan solo basta con darle una segunda vida a tus objetos. Puedes cambiar de color un mueble, ponerle tiradores nuevos o tapizar la silla de tu abuela con un estampado más moderno. Seguro que si te fijas bien encuentras que, esa cómoda del recibidor que querías tirar, puede ser el mejor mueble de baño del mundo, o ese enorme jarrón que te trajo tu hermana de Indonesia se puede convertir en el paragüero más original que nunca has tenido.
Los mercadillos de segunda mano son una buena opción para encontrar auténticas joyas, antiguas y originales, que le aportarán un toque de personalidad a tu hogar. La compra de segunda mano apoya la economía circular, reduciendo nuestro consumo y ahorrando en energía y en los recursos necesarios para fabricar nuevos productos. Lo que está hecho, ya está hecho. Ponte manos a la obra y restáuralos. Será un buen entretenimiento. Piensa que el Do it Yourself (hazlo tú mismo) es otra de las premisas del movimiento Zero Waste. Llena las paredes de obras de arte creadas por ti o de cuencos y jarrones realizados con tus propias manos. Eso sí, procura que sean vistosos y no parezcan manualidades chapuceras.
Respecto a las telas que debes usar en una decoración sostenible, mejor si son recicladas y biodegradables. Mira sus etiquetas y deshazte de todo lo que contenga productos tóxicos, como alquifenoles o ftalatos, que suelen encontrarse en los materiales sintéticos. Apuesta por algodones orgánicos, yute, lino natural…
Si todavía no los has hecho, descubre la iluminación LED. Además de poder jugar con los colores, su consumo eléctrico es mucho menor.
Mira con cariño cada una de tus habitaciones. Seguro que descubres que, con menos cosas, se vuelven más funcionales. Decóralas con plantas que siempre dan un toque de color. ¿Hay algo más ecológico? Y sobre todo, elimina todo los plásticos.
Si hay un lugar donde puede aplicar la máxima del Free Plastic es en la cocina. Empieza a comprar productos a granel y deshazte de envases innecesarios. Tan solo debes comprar unos bonitos potes de cristal y almacenar en ellos tus nuevos productos sostenibles.
Con pequeños gestos podemos lograr que nuestro planeta deje de estar enfermo y se vuelva un lugar tan confortable como nuestro hogar. Empezar por su decoración, puede ser un gran paso hacia ese movimiento Zero Waste que evitará que el mundo desaparezca entre tanto residuo.