Lo primero es apostar por muebles y elementos decorativos que sean naturales, pero que a la vez, sean sostenibles. Es decir, que provengan de fuentes sostenibles bien gestionadas que contribuyan a la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad. Maderas procedentes de plantaciones controladas, recicladas o reutilizadas.
También es importante tener en cuenta que esas maderas naturales no sean tratadas con productos químicos, que pueden ser nocivos para nosotros y para el planeta.
Aprende a reutilizar y reciclar los objetos decorativos de tu hogar. No solo los muebles, sino también los tejidos. Una mano de pintura en algunos muebles puede modernizarlos de un plumazo. O esas cortinas caídas por los juegos de tu gato pueden convertirse en unos bonitos cojines para el sofá. El DIY (Do it yoursef) está de moda. Puede que no seas muy mañoso, pero con un poco de práctica, puedes convertirte en el mejor embajador de la decoración sostenible de tu hogar.
Otra buena opción, si no te ves capaz de reutilizar tus viejos muebles, es elegir alguno de segunda mano y vender los tuyos. Siempre habrá alguien que quiera tu vieja cómoda o encontrarás esa mesa de centro que buscabas entre lo desechado por otra persona.
Aunque seas un comprador nato, intenta contenerte lo más posible. Compra menos y mejor. Es decir, elige elementos y muebles que tengan un fácil mantenimiento y, por tanto, te duren mucho más tiempo.
Este tipo de materiales son un gran problema para el medioambiente, así que, siempre que tengas ocasión deshazte de ellos, si ya los tienes, o compra objetos nuevos de materiales naturales, como la madera, o tejidos de fibras naturales, como el lino o el algodón.
Cuando toque darle una nueva mano de pintura a las paredes o cambiar el suelo, elige elementos que sean ecológicos. Por suerte, en el mercado cada vez hay más opciones y existen pinturas con menos productos químicos, con un resultado estético tan impresionante como el de una pintura tradicional. Al igual que siempre es mejor elegir revestimientos, de suelo o de pared, de origen natural, que aportarán mayor calidez a tu hogar.
Reducir el consumo de energía también es otro gesto importante a la hora de cuidar el planeta. La iluminación de tu hogar, así como el uso de electrodomésticos más eficientes, son cruciales para reducir el gasto energético.
Cuando renueves tus electrodomésticos elige los más eficientes. Mientras que no olvides de utilizar bombillas Led de bajo consumo que reducirán drásticamente tu factura sin que te des cuenta del cambio, en lo que en materia de iluminación se refiere.
Del mismo modo, el gasto de agua también es importante para mantener a raya nuestra huella en el planeta. Y más con el episodio de sequía que estamos padeciendo.
Una buena forma de reducir el gasto de agua es utilizando grifos de bajo flujo o inteligentes, tanto en baños, como duchas o cocinas, que ayudarán a reducir tu consumo. Un consumo que puedes reducir aún más si eres consciente y no desaprovechas ni una gota del agua de tu hogar. No dejando grifos abiertos al lavarte los dientes o mientras te enjabonas en la ducha, o utilizando riego por goteo en tu jardín, por ejemplo.
En una decoración sostenible no pueden faltar las plantas. Siempre son bienvenidas, pero en este caso, aún más. Nos acercan la naturaleza, que tanto queremos preservar, al interior. Pero, además, aportan color, decoran como pocos elementos y, lo más importante, ayudan a purificar el aire de nuestro hogar.