Debido a los duros inviernos de sus países, los escandinavos están acostumbrados a pasar largas temporadas en casa y a realizar planes caseros. De ahí que sus hogares sean, ante todo, cómodos, confortables y agradables. Sus casas son sencillas, cálidas y muy funcionales. Con algún guiño a la naturaleza, por aquello de traer el exterior al interior, dado que no pueden salir mucho.
Las claves de la decoración Lagom parte de ese concepto de sencillez, funcionalidad y amor a la naturaleza. Por tanto, si decides aplicar este estilo a tu decoración deberás tener en cuenta algunos aspectos.
Aquí lo importante sería el menos, es más. No es cuestión de hacer un cambio radical a tu decoración, sino de aprovechar lo que tienes y desprenderte de aquellos objetos acumulados que son innecesarios. El Lagom se aleja de los excesos, de lo barroco, de lo ornamental. Aboga por un consumo responsable que apuesta por comprar solo lo que necesitas y no acumular piezas sin sentido.
Es importante que tengas claro el uso que le vas a dar a cada una de las habitaciones y decorarlas con muebles y objetos prácticos. Con ello no queremos decir que tu hogar ha de ser frío y aséptico, ni mucho menos. Es importante incorporar piezas antiguas o recuerdos familiares para lograr una atmósfera equilibrada entre esa funcionalidad que necesitas y las cosas que te gustan y te hacen sentir bien. De eso va el Lagom, de encontrar el equilibrio.
Un equilibrio que conseguirás con una paleta cromática de pocos colores, sin salirse demasiado de los más básicos. Lo que más lógica tiene es utilizar los colores claros y neutros, para dar armonía y aportar una mayor sencillez al espacio.
Y algo primordial en el Lagom es el orden. Así que utiliza muebles prácticos y funcionales que ayuden a organizar todas tus cosas para no encontrar nada fuera de sitio y sepas dónde encontrarlas siempre.
Otra de sus claves es la sostenibilidad. En el estilo de vida Lagom es importante el reciclaje. Piensa en la idea de dar una segunda vida a los muebles y objetos de decoración y atrévete con el Do it yourself (hazlo tú mismo). Tus manualidades adquirirán un lugar importante en el diseño de interiores de tu casa. ¡Qué mejor objeto de decoración que un jarrón o un cuadro hecho por ti!
En la misma línea de reducir el impacto medioambiental de nuestras acciones, el Lagom apuesta por el consumo responsable, intentando gastar lo menos posible en energía y en recursos. Por ello, utiliza luces LED, controla las luces de casa y evita en la medida de lo posible el uso de la secadora o del aire acondicionado. E intenta comprar objetos y muebles de calidad que, aunque al principio te resultarán más caros, a la larga durarán más y resultarán más económicos.
Preferiblemente utiliza materiales naturales, como el algodón, el lino, el cáñamo o la madera. Estos últimos le darán un toque de calidez a tu hogar, al tiempo que incorporarás un pedacito de naturaleza al interior. Eso sí, mejor si la madera utilizada procede de explotaciones controladas, como la acacia o el bambú, por ejemplo. De igual modo, coloca plantas aquí y allí, e incluso crear tu propio huerto. De esta forma, tendrás tu propia fruta o verdura, mientras disfrutarás de la naturaleza en tu propio hogar.
Si consigues aplicar estos aspectos de la filosofía Lagom, descubrirás las ventajas de lo simple, sin presión ni esfuerzo, y a bien seguros querrás aplicarlo a otros aspectos de tu vida. No deja de ser un concepto parecidos al movimiento slow life, con el que adquieres nuevos hábitos de consumo y te hace plantearte el día a día de forma más sostenible y práctica.
