Como con cualquier otro objetivo, la manera de alcanzarlo no es otra que estar plenamente convencida y sumarle una buena planificación. Pero antes de tomar decisiones importantes, ¡inspírate! Siéntate y echa un vistazo al listado que te hemos preparado: nuestras interioristas nos han explicado qué estilos serán tendencia el próximo año. Seguro que te ayudarán a visualizar cómo va a ser ese nuevo espacio.
Empezamos fuerte: ¡se ha instalado el maximalismo en casa! Decimos adiós a la contención y a los interiores neutros, sobrios o austeros para dar paso a espacios llenos de color y en los que la mezcla, el atrevimiento y la ostentación son la única condición indispensable. En el estilo maximalista casi todo vale, por lo que el resultado son ambientes con una fuerte personalidad que reivindican la belleza del exceso.
Uso de colores atrevidos y ¡subidos de tono!
Mezcla de estampados (cuadros con rayas, flores con animal print) y texturas (linos con terciopelos o algodones con pana).
Lámparas XXL: es el elemento decorativo por excelencia. Arañas, lámparas de lágrimas, grandes pantallas e incluso candelabros.
Ni una pared vacía: papel pintado, cuadros con marcos barrocos o grandes librerías hasta el techo.
Frente a la llegada del maximalismo, su opuesto -el minimalismo- no abandona su lugar en el pódium de los estilos que más gustan. Sin embargo, la tendencia es buscar elementos que aporten calidez a un estilo que, llevado de la forma más estricta, puede resultar algo frío. El objetivo del minimalismo en decoración es prescindir de todo aquello que no sea esencial para mantenernos enfocadas en aquello que hacemos sin distracciones. Para que este “menos es más” no resulte frío, la tendencia es incorporar algunos elementos que aporten calidez al espacio y ofrezcan una mayor sensación de confort.
Notas de color que se suman a un esquema cromático de base neutra.
Materiales cálidos y mezcla de texturas en los textiles.
Apuesta por lo natural: maderas sin tratar, uso de fibras naturales y plantas.
¿Alguna vez has oído aquello de que “todo vuelve”? A sus más de 100 años, el Art Déco es uno de esos estilos que reaparece cada cierto tiempo reinventado y actualizado. Decorar con este estilo significa crear un espacio exuberante pero sin estridencias. Destaca por su obsesión por las formas geométricas, por la simetría y por el uso de materiales nobles (o que, al menos, lo parezcan).
Uso de patrones geométricos en revestimientos y tejidos: trapecios, zigzags, espirales…
Espacios bicolor combinando colores pastel o en blanco/negro.
Uso de materiales nobles, también en los textiles: maderas exóticas, mármol, terciopelo o satén.
Superficies brillantes y accesorios decorativos en oro o cromo.
¡Siempre vuelve! El estilo clásico renovado es el estilo atemporal por excelencia. Aunque renovado y actualizado, su esencia se mantiene inalterable ¿Por qué nos gusta tanto? Porque con este estilo conseguimos crear ambientes sobrios y elegantes y que aportan serenidad.
Paleta de colores neutros: blancos, beiges, grises.
Uso de tejidos sencillos pero vaporosos.
Protagonismo de elementos originales de la arquitectura, que se destacan y se integran en la decoración.
Muebles auxiliares reutilizados o que reversiones piezas que han sido iconos del diseño interior.
Es un consejo que se repite de manera constante: deja entrar la naturaleza en casa. Tanto es así, que casi nos atrevemos a hablar de lo natural como de un estilo deco.
El contacto con la naturaleza nos ayuda a gestionar el estrés, a mejorar nuestra capacidad de concentración y estimula la creatividad. El uso de revestimientos, mobiliario, auxiliares y objetos decorativos creados en materiales naturales (piedras, maderas, fibras naturales) sumado a la introducción de plantas, hacen de tu casa un espacio más cálido y generan una agradable sensación de comodidad. Los ambientes en los que predomina lo natural, invitan a la calma y esto último te proporciona la sensación de bienestar que, como sabes, es el objetivo último del diseño interior.