Queramos o no, en casa gastamos mucha más agua de la que necesitamos. Al esperar en la ducha que el agua salga a la temperatura que queremos, al dejar el grifo abierto mientras fregamos los platos o nos limpiamos los dientes, o simplemente al no darnos cuenta que el grifo gotea y pierde agua constantemente. Por suerte, la tecnología también ha llegado al mundo grifería, consiguiendo crear grifos, podríamos llamarles inteligentes, que ayudan a reducir el consumo de agua. Ahí van unos ejemplos.
Es aquella que, al pulsar un botón, permite el paso del agua durante un tiempo determinado y después se detiene. Si se necesita más agua, debe volver a pulsar el botón. Es un sistema que suele encontrarse en lugares públicos, como gimnasios, centros comerciales o restaurantes, donde a veces alguna persona puede olvidar cerrar el grifo.
Si en casa hay niños, puede ser una buena solución para evitar que olviden cerrar el paso de agua, o se entretengan jugando con ella.
Se trata de una grifería electrónica que cuenta con un sensor que pone en marcha el grifo cuando acercamos la mano. Por supuesto, también se detiene al no detectar tu presencia.
Al igual que el modelo anterior, se usa mucho en hoteles, restaurantes u hospitales, por ejemplo, evitando así el desperdicio de agua. Así que también es una buena opción para incorporar en tu hogar. Sus diseños suelen ser más sofisticados y puede ser una forma de sorprender a tus invitados. Sin embargo, no es muy buena idea incorporarlos en tu baño o cocina si en casa tienes un niño inquieto al que la magia de abrir y cerrar un grifo sin manos le cautive y se pase la tarde jugando con él, gastando agua.
Aquí el ahorro de agua se consigue porque no malgastas agua intentando regular la temperatura. Es perfecta para el baño y, sobre todo, para la ducha o bañera. Es una grifería que cuenta con dos mandos. Uno de ellos para regular el caudal, y otro, en el que le indicas a qué temperatura quieres el agua. Al abrir el grifo, el agua sale a la temperatura indicada, evitando perder agua y tiempo mientras la gradúas.
Además es un sistema que aporta seguridad, ya que por ejemplo evita quemaduras provocadas por el agua excesivamente caliente.
Más allá de esos maravillosos grifos que te hacen la vida más fácil y te ayudan a ahorrar agua, en el mercado existen algunos dispositivos que, incorporados de forma sencilla a un grifo normal, también ayudan a reducir el consumo de agua.
Por ejemplo, los reductores de caudal. Unos pequeños dispositivos que se enroscan en el grifo y ayudan a reducir la cantidad de agua que sale por él. Un aparato muy similar a los llamados perlizadores o aireadores, que reducen el caudal de agua al mezclarse con aire. Ambos, dispositivos de toda la vida, que han ayudado a muchas familias a reducir la factura del agua considerablemente.
Sin embargo, actualmente, hay dispositivos algo más sofisticados que ayudan igualmente a reducir el consumo. Uno de ellos es un aparato que se puede añadir a cualquier tipo de grifería y lo convierte en un grifo con sensor. De esta forma, gracias a unos sensores infrarrojos, el agua solo se abrirá al detectar a alguien, y se apagará al desaparecer.
Otro sistema es un pequeño aparato que se coloca, de forma fácil y sencilla, entre la llave de paso y el grifo, actuando como una grifería termostática. Es decir, no desperdicias agua para conseguir la temperatura adecuada, ya que al abrir el grifo, ya está tan caliente o fría como quieras.