cubrir un suelo que no te acaba de encajar: las alfombras son un elemento con el que crear un foco de atención en la estancia. Siendo así, puedes recurrir a ellas para cubrir un suelo que esté dañado o que, sencillamente, no acabe de gustarte y dar un giro de 180º a la estética del pavimento. Al cubrirlo con una alfombra bonita crearás el efecto opuesto y pasarás a tener un suelo llamativo, bonito y estiloso.
…o protegerlo: al cubrir el suelo lo protegerás del calor, de posibles arañazos o incluso de manchas en caso de que se trate de un pavimento poroso.
delimitar zonas: las alfombras son una de las formas más fáciles -¡y estilosas! de delimitar zonas dentro de una estancia como, por ejemplo, el salón del comedor. En el exterior puedes hacerlo de la misma forma y utilizarlas para separar visualmente, por ejemplo, la zona de la barbacoa del área de comedor.
crear sensación de confort: no son solo un elemento estético, sino que aportan comodidad en la pisada cuando caminas descalza y te ayuda a crear un ambiente fresco, sereno y agradable.
¿Lo ves? ¡Son todo ventajas! Si ya estás convencida y solo te falta un poquito de inspiración, echa un vistazo a la selección que hemos hecho para ti.
Lo decíamos justo aquí arriba: también en exteriores, el uso de alfombras es un recurso deco muy práctico que te ayuda a delimitar visualmente los ambientes y a crear zonas diferenciadas en un espacio en el que realices diferentes actividades.
Fíjate en este proyecto: se trata de una terraza muy amplia en la que conviven una zona de comedor para ocho comensales y otra de estar. Se ha recurrido a una alfombra para enmarcar toda la zona de asientos y cerrar el espacio, creando de esta forma un área independiente del comedor. Se ha optado por un modelo monocolor en tono tierra que crea un bonito contraste con el gris cementoso del pavimento y que, a la vez, combina a la perfección con la base en madera del sofá modular y de los dos silloncitos que cierran el ambiente.
¡Por cierto! Este tipo de alfombra es apta para interiores y exteriores, por lo que puedes reaprovecharla cuando acabe la temporada de verano reubicándola dentro de casa.
Antes de comprar, asegúrate de que el material con el que está confeccionada la alfombra sea resistente a la radiación solar y a la humedad. Las hay fabricadas en fibras naturales como el yute, el bambú o el sisal pero, aunque son muy muy bonitas, tienen la desventaja de que no pueden mojarse. Por ese motivo, lo más habitual es recurrir a alfombras hechas con materiales sintéticos como el polietileno, el polipropileno o el PVC.
Sin embargo, si te preocupa la sostenibilidad, puedes recurrir a piezas realizadas en PET, como la de este proyecto. Se trata de un material creado a partir del tratamiento de botellas de plástico recicladas que resulta ideal para porches o exteriores con cubierta o tejadillo como el de este proyecto, puesto que hay que protegerla de la incidencia directa de los rayos solares.
En este caso se ha optado por un modelo muy coqueto de forma ovalada y que combina verde y crudo. Es una opción perfecta para exteriores de estilo rústico o boho en el que se combinen maderas tropicales con accesorios creados con fibras naturales.
Si no quieres renunciar a la estética natural de las fibras naturales, fíjate en la alfombra que se ha utilizado para decorar esta terraza. Se ha colocado un modelo confeccionado con fibras de polipropileno -con las que se consigue una alfombra resistente al calor y a la humedad- y con poliéster, lo que le confiere un aspecto más cercano al de las fibras naturales.
El propietario de esta terracita urbana es un verdadero plants-lover, por lo que en este proyecto no solo resultaba imprescindible la presencia de plantas de varias especies, sino que el mobiliario y los accesorios decorativos debían tener un aspecto muy muy natural. La alfombra escogida, en tonos oscuros, potencia el efecto del conjunto y contribuye a crear una terraza cómoda y una atmósfera acogedora.
En exteriores, el color también puede ayudarte a crear sensación de amplitud. Tenlo en cuenta en el caso de que el cerramiento de tu balcón o terraza sea de hormigón o ladrillo y te tape la visión del horizonte. En estos casos, el color se convierte en un factor a tener en cuenta en el momento de escoger la alfombra: opta por una en tonos claros que, como ocurre en las estancias pequeñas, te ayude a ensanchar el espacio y a generar sensación de amplitud visual.
En esta terracita, que cuenta con un cerramiento de obra vista, se ha optado por colocar una gran alfombra que acoge todo el área de estar. Se trata de un modelo en color crudo tejido creando formas geométricas que le aporta dinamismo al diseño. El color claro no solo confiere sensación de una mayor luminosidad, sino que realza el efecto natural de las maderas del mobiliario.
