Es estiloso, elegante y atemporal, ¿qué más se le puede pedir a este comedor? Se ha construido con una mesa rectangular de madera de teca y, a su alrededor, se han colocado seis preciosas sillas con reposabrazos. Están fabricadas en madera de fresno proveniente de bosques sostenibles con talas controladas y tanto el asiento como el respaldo son de ratán trenzado con la técnica cannage. Su aspecto robusto y noble las hace perfectas para ambientes rústicos o coloniales en los que prime lo natural.
Líneas depuradas, estructura en color negro y asiento de cuerda de papel trenzado: estas sillas de fabricación artesanal lo tienen todo para convertirse en un must del momento. Cuentan con reposabrazos -cosa que les da un plus de comodidad- y son apilables. Los materiales utilizados en su fabricación y el diseño de estas sillas las hace aptas para comedores de estilos rústicos, pero también para ambientes minimalistas con el de este proyecto.
Son muy muy confortables y, al combinar la madera con un tapizado en color gris claro (dos de los neutros por excelencia), se convierten en un modelo que le sienta bien a cualquier estilo. Se trata de asientos tipo sillón, con el respaldo acolchado y reposabrazos, por lo que resultan muy cómodos y aptos para alargar la sobremesa.
Quedan fantásticos en un espacio amplio, pero si cuentas con pocos metros puedes colocar dos de estos silloncitos en los extremos cortos de la mesa combinados con cuatro sillas sin brazos para hacer el comedor visualmente más ligero.
Está fabricada con estructura de hierro negro y tapizada en cuero sintético, pero esta comodísima silla es una actualización de la famosa DSW, la primera silla de plástico de fabricación industrial creada por Charles y Ray Eames a mediados del siglo XX.
En el mercado, la versión actualizada de la Plastic Chair se encuentra en múltiples versiones (con o sin brazos, ruedas…), en todos los colores imaginables y tapizadas con materiales diversos (plástico, cuero, chenilla, rejilla metálica…). En este caso se ha optado por un modelo en cuerpo negro súper adecuado para crear un salón de estilo industrial y que combina a la perfección con una robusta mesa de roble y patas metálicas en aspa también en color negro.
Se llama Windsor y es inglesa. Esta silla diseñada a principios del siglo XVIII ha llegado hasta nuestros días en plena forma. Es un modelo icónico que se actualiza constantemente y un claro ejemplo de que lo atemporal funciona.
Fabricada en hevea maciza y con respaldo de varillas, es bonita, práctica y muy muy ligera. El acabado en blanco sumado a la madera en color natural de la mesa forman un tándem que nunca falla.
Estructura de madera de teca maciza + asiento y respaldo de piel natural trenzada a mano: así se ha fabricado esta preciosa silla de aires coloniales con la que crear un look sencillo y sofisticado a la vez. En este comedor se han introducido solo dos sillas enfrentadas a un banco de la misma colección, lo que permite rebajar el peso visual de este robusto comedor. Es sobrio, elegante y apto para estilos cottage, rústico o colonial.
¡Estilazo! Introducir estas sillas de aire retro en el salón es toda una lección de estilo. Se trata de un diseño realizado con estructura metálica, asiento tapizado en chenilla y respaldo en madera de roble en acabado natural que revisita las icónicas sillas escolares (sí, sí, aquellas que acompañaban los pupitres en los colegios de los años 80).
Se trata de un asiento de líneas sencillas y de aspecto muy muy ligero que puede introducirse en comedores de varios estilos. En este caso, se ha combinado con una mesa de roble con pedestal central de hierro en color negro para un ambiente actual, fresco y acogedor.
Elegante, sofisticada y… ¡ligera! Esta silla tapizada en tela de color marrón trigo cuenta con un respaldo abierto que le resta peso visual. De esta forma se consigue introducir en el comedor cuatro asientos con respaldo tapizado -que suelen ocupar más espacio visual que los de madera- y disfrutar de una silla cómoda y ergonómica sin sobrecargar el ambiente. Las patas, finísimas y en color oro, ayudan a reforzar el efecto y le dan un toque chic al comedor.
¡Al más puro estilo escandinavo! Estas sillas de la família Eames combinan una estructura de madera de roble con un cómodo asiento tapizado en políester de color gris que simula la textura del lino, lo que les da un aspecto delicado y un tacto agradable. Las formas redondeadas del respaldo suavizan el diseño y las hace aptas para todos los estilos, incluyendo el look rústico de este proyecto.
Natural, sereno y muy acogedor: este es el ambiente que se consigue al combinar maderas y fibras naturales. Las sillas de este amplio comedor están hechas de ratán trenzado a mano y son aptas para (casi) cualquier estilo si juegas a combinarlas con mesas de diferentes formas y acabados. En este proyecto se han sumado un total de ocho sillas a una delicada mesa de roble natural de líneas depuradas que cede todo el protagonismo a los asientos. El look encaja a la perfección en estancias de estilo campestre.
