Y es que, las lámparas no son solo un elemento imprescindible con el que suplir la falta de luz natural o reforzar la iluminación general de los techos. Son, también, un recurso que te permite dividir ambientes, crear la atmósfera propicia para una situación concreta (ver una película, cenar en pareja, charlar con amigas o meditar), e incluso convertirla en la protagonista de un espacio y que acabe determinando el estilo decorativo de tu casa.
Por eso, es importante que antes de decidirte por un modelo u otro, te preguntes qué uso le vas a dar, cómo es la superficie que necesitas iluminar, de cuánto espacio dispones y qué ambiente quieres crear.
Para inspirarte y facilitarte la elección, nuestras decoradoras han seleccionado 10 lámparas de diferentes estilos en los que la iluminación cumple a la perfección con su doble cometido de ser funcional a la par que estéticas. ¡Ahí van!
Si no dispones de suficiente espacio sobre el tablero de tu mesa de trabajo, coloca una lámpara de pie… ¡o dos! Sitúa una luminaria a cada lado de la mesa para crear una iluminación global en la zona de trabajo sin que se generen sombras. Busca dos lámparas distintas en cuanto a volúmen, color y estilo y haz que destaque aquella que más te guste.
Si quieres ir aún más allá, hazte con las versiones actualizadas de dos iconos del diseño: la AJ Floor, de Arne Jacobsen y la icónica lámpara HL99 diseñada por la Escuela Bauhaus. ¡Sofisticación en estado puro!
A la hora de escoger una lámpara de comedor, lo más importante es tener en cuenta la forma y medidas de la mesa. Si es rectangular y la superficie del tablero es muy grande, es mejor que multipliques los puntos de luz a lo largo de la mesa a que coloques una única luminaria central, ya que podría resultar insuficiente a los comensales que estén sentados en los extremos. Puedes optar por colocar dos o más lámparas gemelas a lo largo de la mesa o una única luminaria con varias pantallas.
Si no tienes problemas de espacio, una buena idea es instalar varias lámparas suspendidas sobre la mesa de comedor a diferentes alturas: se trata de un recurso deco con el que aportar volúmen a la superficie plana de la mesa, a la vez que dotas al ambiente de una sensación de dinamismo que favorece, sobretodo, a los estilos más clásicos. Para no recargar el ambiente, escoge un modelo con un diseño minimalista. Si crees que aún necesitas un refuerzo de luz, puedes colocar una lamparita de sobremesa del mismo modelo sobre un aparador contiguo o de pie al lado de la mesa.
También en el comedor, la clave está en considerar los diferentes usos que das al espacio y distribuir los puntos de luz acorde con ellos: coloca una lámpara suspendida sobre la mesa de comedor y otra de sobremesa sobre el aparador. Puedes encender las dos para obtener una iluminación global o una sola para crear una atmósfera más acogedora que invite a charlar alrededor de la mesa. Si te decides por modelos de estilos muy diferentes en cuanto a modelo, color y estilo, potenciarás la zonificación del espacio y conseguirás un ambiente más dinámico.
Para conseguir una iluminación versátil en la sala de estar, lo ideal es colocar varios puntos de luz alrededor del sofá. Puedes hacerlo colocando una lámpara de pie a un lado -lo ideal es hacerlo en la zona más estrecha, normalmente al lado del balcón o ventana- y una de sobremesa al otro. De esta forma, podrás graduar la cantidad de luz que necesitas, optando por una, otra o las dos en función de la actividad a realizar (leer, coser o ver la televisión) o la atmósfera más o menos íntima que quieras conseguir.
Colocar una lámpara icónica en una estancia significa crear un punto focal al que dirigir todas las miradas. Y más cuando se trata de una de esas piezas con nombre y apellidos: la lámpara Arco, diseñada por los hermanos Castiglioni para Flos, ha cumplido ya los 60 años y sigue de actualidad. Rejuvenecida con nuevos materiales y colores (negro, cobre, blanco, oro rosa, marmoleados…) es apta para cualquier estancia. Combínala con un aparador y una butaca en estilo Mid-Century y añade una gran alfombra de pelo corto y colores neutros: conseguirás un rincón de lectura sobrio, cálido y elegante.
¿Por qué no sustituir los apliques del dormitorio por dos lámparas suspendidas a lado y lado de la cama? En decoración, la simetría es sinónimo de equilibrio y de un ambiente relajado que invita a la calma. Coloca dos lámparas de mimbre, yute o ratán suspendidas del techo a cada lado de la cama para conseguir un ambiente fresco y natural a la par que acogedor. Si, además, escoges un modelo con flecos, le darás a la estancia un toque divertido que te encantará.
Las lámparas de pie pueden servirte, también, como refuerzo en el dormitorio sustituyendo las lamparitas sobre las mesitas de noche. Si esta es tu opción, escoge luminarias de la misma colección para la luz de techo y para las lámparas de pie. Neutralizarlas optando por un modelo visualmente ligero, sobrio y de aspecto atemporal: así podrás reubicarla -y reaprovecharla- fácilmente si decides cambiar la decoración de la estancia.
Las lámparas hechas con fibras naturales aportan a cualquier estancia el encanto de lo natural. Una lámpara de techo con una pantalla circular hecha de bambú, yute o mimbre te ayuda a crear un ambiente acogedor pero sin recargar visualmente el espacio. Escoge una lámpara que no sea muy tupida si quieres que el protagonismo del comedor recaiga en el mobiliario y no en la lámpara.
La lámpara Pétalos es un clásico renovado de plena tendencia. Esta lámpara de techo, que evoca una flor que abre sus pétalos, se fabrica en tantos materiales y colores diversos que se ha convertido en una de esas piezas comodín aptas para casi cualquier estancia y estilo deco.
Puedes optar por esta delicada lámpara para decorar una habitación infantil: escoge un modelo en color blanco u otro color en tonos suaves y cuélgala en el centro de la habitación: además de quedar muy muy bonita, aportarás frescura y un toque divertido al cuarto de los peques.