Solo hay una norma: que tener más espacio para guardar no se convierta en la excusa para introducir en casa cosas que no necesitas. Y dicho esto… ¡vamos a verlas!
Fíjate en esta preciosa estructura de cama: se trata de una base de madera de roble con somier de listones de pino macizo. Es parcialmente elevable -lo que significa que puedes levantar el somier desde los pies hasta la mitad de la estructura- para que puedas guardar bajo la cama almohadones, mantas, ropa de fuera de temporada…Es súper práctico, ¿verdad?
La estructura cuenta, además, con un espacio de organización visto en forma de huecos a todo su alrededor. Puedes aprovecharlos, por ejemplo, a modo de librería y sumar algunas velitas que te permitan crear una atmósfera sosegada que invite al descanso.
Para este tipo de estructura de cama se recomienda colocar un futón o un colchón de espuma o látex: ¡toma nota!
¿Te imaginas tener un armario en horizontal? Un canapé es una base de cama formada por un cajón de madera y una tapa abatible sobre la que descansa el colchón. Te hace ganar un amplísimo (y discreto) espacio de almacenaje en el dormitorio que, además, te permite optimizar el grado de firmeza del colchón: generalmente, las tapas de los canapés están formadas por una plancha de madera (tapizada o no) cuya rigidez aporta una base sólida al colchón que garantiza su grado de firmeza.
A la hora de elegir un canapé, ten especialmente en cuenta su altura interior: los maxi-canapés pueden llegar hasta los 31 cm y son ideales si quieres guardar objetos muy voluminosos, como maletas. Además, algunos modelos -como el de este proyecto- cuentan con bolsillos laterales en los que puedes dejar objetos de uso diario (como un libro, el mando tv, las gafas o el teléfono) liberando el espacio sobre las mesitas.
Fíjate en este proyecto: se trataba de construir un dormitorio elegante, moderno y minimalista. Para conseguir un poquito de almacenaje extra sin sacrificar el estilismo, se ha optado por crear una preciosa hornacina revestida en madera que cuenta con iluminación interior integrada y que sirve de zona de apoyo extra, liberando las superficies de las mesitas de noche: puedes colocar el despertador, el teléfono, algunos libros, objetos decorativos o, simplemente, ¡lucirla vacía!.
¡Por cierto! Los cabeceros de obra son una magnífica opción para dormitorios pequeños. Pueden construirse introduciendo un gran espacio de almacenaje con puertas invisibles en la parte superior o incorporando las mesitas de noche con o sin cajones… tratándose de un mueble a medida, no solo se integra a la perfección en el dormitorio, sino que ¡las opciones son infinitas!
Las camas con cajones son ideales cuando necesitas un espacio para guardar objetos que no sean demasiado pesados: ten en cuenta que, a diferencia de lo que sucede cuando tienes un canapé, necesitarás arrastrar todo el peso del cajón para abrirlo.
Los modelos pensados para camas que apoyan uno de sus lados en la pared (como es el caso de las juveniles) suelen tener cajones laterales. Sin embargo, para las camas que se apoyan en el cabecero también son muy muy útiles -¡y súper bonitas!- las que cuentan con un cajoncito en el pie. Es el caso de este proyecto, en el que se ha optado por una base que cuenta con un cajón que abasta todo el ancho de la cama y que, como ves, queda súper discreto.
¡Por cierto! Las camas con cajones son ideales para dormitorios con techos bajos o abuhardillados que no permiten la apertura en altura de un canapé.