Para hacerlo, pregúntate qué actividades vas a realizar en cada estancia y, luego, divídela en diversas áreas de manera jerárquica, es decir, dando más metros cuadrados a aquella zona en la que vas a pasar más tiempo. Recuerda que mantener las zonas separadas visualmente te ayudará a mantenerte enfocada en la actividad en la que estés ocupada en cada momento evitando distracciones. Suena bien, ¿no?
Para que puedas comprobar por ti misma lo importante que es este primer paso, te mostramos la doble propuesta de distribución que nuestra compañera Paula Alonso ha realizado para un mismo salón-comedor. ¿Echamos un vistazo?
Se trata de espacio de planta rectangular condicionado por la presencia de dos pilares estructurales enfrentados que -¡atención a esto!- nos ayudan a visualizar el límite entre las dos zonas que necesitamos separar: la sala de estar y el comedor. Contamos con un gran ventanal de acceso a la terraza y una ventana más en uno de los costados: recuerda que es muy importante tener en cuenta la ubicación de las ventanas para aprovechar al máximo la luz natural.
Los suelos y las puertas de paso son de madera de roble natural y las paredes están pintadas de color gris claro: un espacio neutro y muy muy luminoso que, además, cuenta con la presencia de una bonita chimenea al fondo de la estancia.
En ambos casos se ha creado un pasillo central que va de la puerta de acceso hasta la terraza y que divide visualmente el espacio en dos. Al colocar los muebles se han mantenido despejadas las zonas de paso hasta los ventanales por un lado y hasta la chimenea por el otro. Es muy importante hacerlo así para que puedas moverte cómodamente por toda la estancia sin tener que ir sorteando obstáculos para ir de un lugar a otro.
En esta primera propuesta se ha reservado el espacio más amplio a la zona de asientos y en el área de la chimenea, más pequeña, se ha ubicado el comedor. Esta es la distribución más adecuada en el caso de que, cuando estás en casa, pases la mayor parte del tiempo en el salón.
Para mantener la sensación de amplitud y facilitar la circulación por la zona del salón, las piezas de mayor tamaño -como el sofá de 3 plazas y el mueble TV con almacenaje- se han colocado enfrentadas y apoyadas en las paredes: así se consigue liberar el espacio central para poder moverse libremente aún colocando una mesa de centro.
La zona de asientos está delimitada por una súper alfombra de pelo largo y se ha completado con una butaca vestida con la misma tapicería que el sofá y un puf redondo de yute. Fíjate en la forma en que están colocados respecto al sofá: buscamos cerrar visualmente el espacio pero sin impedir el paso, de tal manera que no se refuerza la idea de zona, sino que con los asientos dispuestos de esta forma se favorece la conversación cuando estamos reunidos.
El área del comedor se ha equipado con una mesa rectangular para seis comensales y un aparador con gran capacidad de almacenaje colocado aprovechando por completo el retranqueo de la pared. La zona junto a la chimenea se ha reservado para ubicar una coqueta zona de lectura, sencilla pero muy muy acogedora: basta con una cálida butaquita tapizada en borreguito y una lámpara de pie con dos pantallas que permite modelar la intensidad y el flujo de luz y… ¡voilà!
Este es el caso inverso: el espacio está pensado para personas que utilizan con mucha frecuencia la mesa de comedor, no solo para las comidas, sino también para reunirse o para teletrabajar, por ejemplo. Por ello, se ha colocado en la zona más amplia en donde el acceso a la luz natural es mucho más directo.
El comedor está equipado con una mesa rectangular colocada en el centro de la estancia y rodeada por seis sillas. En las paredes libres de ventanales se han apoyado dos muebles -un aparador de 4 puertas y una librería metálica- que aportan una gran capacidad de almacenaje pero que permiten mantener un espacio suficientemente amplio alrededor de la mesa que garantice que la circulación sea cómoda a su alrededor. Esta sensación se refuerza colocando una gran alfombra rectangular que delimita el espacio central de la mesa.
En el salón, el sofá y la mesa TV se han colocado enfrentados. También en esta ocasión, una pequeña butaca cierra lateralmente en espacio. Bajo el sofá se ha colocado una gran alfombra de lana: la forma redonda es un gran acierto, ya que ayuda a romper visualmente el “efecto tubo” que, en ocasiones, generan los espacios alargados cuando son estrechos o no disponen de suficiente luz natural. El efecto final es el de un espacio muy bien aprovechado, cómodo e íntimo.