En este proyecto de Livitum el uso de tonos neutros no impide que el salón se vea cálido y acogedor. El truco está en añadir ciertos toques de colores más cálidos, como el beige, el caramelo o el terracota, a través de unos bonitos cojines en el sofá o en la atrevida tapicería de las sillas del comedor. Otros toques en negro, a través de una lámpara de pie metálica, las patas de los muebles o del marco de un par de espejos de ventana, hacen el resto.
Otra forma de conseguir calidez en un salón es a través de los textiles. Unos imprescindibles, como una alfombra y unas bonitas cortinas, son fundamentales para aportar ese toque que invite a acurrucarse en el salón para pasar una velada de invierno.
Un claro ejemplo es este otro proyecto de Livitum, en el que, a pesar de ser un salón comedor en el que predomina el blanco, los suaves toques de madera de los muebles y una bonita alfombra de la misma tonalidad, lo hacen cálido. Por supuesto, no faltan las cortinas. Un imprescindible para prevenir la entrada de frío del exterior.
La afición a la lectura puede ser otra fuente de inspiración para crear un salón muy cálido y acogedor. No sabemos muy bien por qué, pero lo cierto es que los libros nos aportan siempre una sensación muy hogareña y cálida, ¿no crees? Así que no la desperdicies y apuesta por una gran biblioteca en tu salón, como la de este proyecto de Livitum.
Si hay un material que desprende calidez allá donde se encuentra, ese es sin duda la madera. La puedes incorporar en los muebles de tu salón e incluso en las paredes, con unos bonitos paneles de listones de madera.
No hace falta que estén muy presentes. Solo ocupando un pequeño espacio, para delimitar una zona, ya te aportarán ese toque que estás buscando.
Si te gustan los colores fríos no te cortes y úsalos en la decoración de tu salón. Ello no quiere decir que el resultado sea frío y soso. Puedes conseguir la calidez que buscas añadiendo madera o elementos de fibras naturales. Unos materiales que, aunque combinados con colores más fríos como el azul cielo de este proyecto, consiguen que el espacio sea muy acogedor y agradable.
También puedes conseguir un ambiente muy cálido aprovechando los elementos arquitectónicos de tu salón. Como es este proyecto de Livitum, en el que una gran escalera que separa la zona del salón y el comedor, se ha revestido de madera para hacerla el foco de todas las miradas. Los propios listones de madera que hacen las veces de barandilla, crean una bonita forma escultórica que realza todo el salón.
El rústico es uno de los estilos más cálidos. Su uso de la madera y de otros elementos naturales, como la piedra, así lo hacen. Para muestra, echa un vistazo a este proyecto en el que unas preciosas vigas de madera en el techo y una pared revestida totalmente de piedra, convierten a este salón en un espacio que invita a sofá, manta y peli, de un solo vistazo.
Algo tan sencillo como revestir la parte del sofá con unos bonitos paneles de listones de madera es suficiente para convertir un salón, de tonos neutros, en un espacio del que no quieres salir en invierno. El truco está en que los listones de madera ocupen todo el ancho del sofá, consiguiendo así delimitar la zona del descanso y separarla, sin ningún otro elemento de por medio, de la zona del comedor.
La naturaleza está claro que nos reconforta. Así que traerla al interior de nuestro hogar es otra de las formas de conseguir la calidez que buscamos en un salón. Una buena forma de lograrlo es añadiendo algunas plantas. Pero más allá de eso, también puedes conseguirlo añadiendo tanto materiales salidos de ella, como la madera y las fibras naturales, como usando tonos surgidos de ella, como el verde. Un color que, aunque frío, transmite ese confort que también encontramos en un paseo por el bosque.
¿Y por qué no jugar con todos esos elementos para conseguir el salón cálido que te mereces? Este proyecto de Livitum es el mejor ejemplo. Aquí, a pesar de contar con una base neutra, la combinación de madera en algunos de sus muebles, de fibras naturales en una preciosa alfombra, un puff o un macetero, de una estantería repleta de libros y de una bonita planta, consiguen un ambiente muy acogedor. También, una iluminación tenue y cálida de una pequeña lámpara de sobremesa, ayuda.