Una simple estantería blanca con muchos estantes para albergar una gran cantidad de libros y elementos decorativos. Para iluminar esta zona, se han incorporado unos pequeños focos blancos en la pared, que dan luz a la estantería y permiten elegir, sin problemas, la lectura del día.
Frente a la estantería, que sin duda es el punto focal de la estancia, se ha optado por colocar el comedor. De estilo rústico, cuenta con una preciosa mesa en color crema y tablón de madera que conjunta a la perfección con seis bonitas sillas de estilo clásico fabricadas en madera de pino de origen sostenible. Sobre la mesa, se ha colocado una lámpara de ratán y bambú trenzado muy original, que aporta ese toque natural, que no puede faltar en un espacio rústico.
La zona del comedor se ha delimitado con una bonita alfombra de aspecto desgastado en color beige y estampado floral.
Una habitación en la que los libros son los protagonistas, necesita de un rincón de lectura. ¿Para qué quieres tantos libros si no puedes disfrutarlos como te mereces? En relax, con buena luz y sentado cómodamente en una butaca. Por esta razón, en un rincón del comedor, junto a un gran ventanal, se ha colocado un cómodo asiento, de chenilla en beige y patas de madera, y una pequeña mesilla con una luz de sobremesa, perfecta para dejar la lectura del momento y para iluminar el espacio. La mesilla sigue el estilo de la mesa de comedor, en color crema con tablero superior en madera.
En la zona del salón se ha colocado un sofá de tres plazas con chaise longue derecho en tono blanco crudo, frente al cual hay una original mesa baja de mármol blanco con efecto travertino, con las patas de madera. Frente a ellos, un mueble de TV y una cómoda a juego de madera maciza y chapa mindi con ratán en las puertas y cajones. Un detalle que es tendencia esta temporada y que cohesiona el estilo rústico, con aires más contemporáneos.
El espacio se complementa con una pequeña estantería blanca sobre el televisor, en la que colocar algún objeto decorativo, un par de cuadros sobre el sofá, con motivos de naturaleza, un pequeño espejo que ayuda a reflejar la luz que entra por las ventanas, y las siempre imprescindibles plantas que aportan color y ese toque de naturaleza que toda estancia debe tener. Y más si es de estilo rústico.
La zona del salón, al igual que en el comedor, también se ha delimitado con una alfombra. En esta ocasión de algodón lavable en color crema. Y para iluminar la zona, también se ha optado por un colgante de fibras naturales, de estilo similar a la del comedor, pero de forma diferentes, para unificar y a la vez separar los dos espacios.
Y un último detalle. Para separar toda la estancia del resto de la casa, concretamente del pasillo, se ha instalado una gran vidriera de acero y cristal, que aporta algo más de privacidad al espacio, sin que resulte pesado y opaco. Dejando pasar la luz a través de él y dando otro toque rústico al lugar.
El resultado es un espacio acogedor, con aires rústicos pero contemporáneos, que delatan que su inquilino es un gran apasionado de los libros y de la lectura. Y a ti que eres otro loco de los libros, ¿te inspira este lugar para crear uno similar en tu hogar?