Un espacio alargado delimitado por dos grandes ventanales -el primero al fondo de la estancia y el segundo en la pared contigua- con suelos en madera de roble y paredes pintadas en gris. Este es el telón de fondo con el que contábamos para crear un salón pensado para reunirse cómodamente, charlar o ver la tele disfrutando del calor de la chimenea.
Se trata de un espacio amplio, neutro y muy luminoso: una gran ventaja a la hora de introducir piezas de mobiliario voluminosas -como el sofá chaise longue o el amplio mueble TV en madera de roble natural- sin que el espacio se vea abarrotado.
Utilizar la simetría: esa es la clave para conseguir el orden visual en cualquier espacio. En esta estancia se ha colocado la chimenea en el centro y, tras colgar el televisor sobre ella, se ha distribuido el mobiliario a su alrededor de manera simétrica. Así, a lado y lado de la chimenea se ha creado una composición formada por un mueble bajo y tres baldas suspendidas colocadas en zigzag.
¡Por cierto! ¿Te has fijado en las formas del mueble bajo? Las puertas se han cortado de manera irregular para potenciar el aspecto natural de la madera y respetar el veteado. Este detalle le da un toque rústico al mueble y da una sensación de calidez que, junto con la chimenea, ayuda a crear una atmósfera de serenidad muy muy agradable.
Frente a la chimenea se ha colocado un amplio sofá chaise longe tapizado en lino beige. Colocar el sofá exento en medio de la estancia (es decir, sin apoyarlo en ninguna pared) te ayuda a zonificar y a delimitar el espacio del salón respecto al del comedor. En este caso, lo ideal es escoger un modelo similar al que ves en las imágenes del proyecto: se trata de una pieza ligera pese a su gran tamaño -este, en concreto, está pensado para sentar a 5/6 personas- de líneas rectas y con un respaldo no muy alto para permitir la continuidad visual de toda la sala.
Este tipo de sofás son muy versátiles, ya que tienen la opción de colocar el módulo chaise longue en el lado derecho o el izquierdo adaptándose al espacio y al diseño de la estancia. En este proyecto se ha colocado el módulo chaise longue a la derecha para reforzar el cerramiento visual de la zona de estar y se han sumado dos butaquitas con la estructura en madera de acacia y el asiento y respaldo en yute trenzado: el aspecto de la madera tropical junto a las fibras naturales (yute y mimbre) dan un toque rústico al salón y le dan un plus de calidez. Completan la zona de asientos dos puffs de piel marrón.
Cuando la zona de asientos es amplia y queda mucho espacio libre, lo ideal es sustituir la mesa de centro por unas mesitas tipo nido: se trata de dos (o, a veces, tres) mesitas auxiliares de diferentes alturas que se pueden guardar unas debajo de otras, lo que las hace muy muy versátiles: si tenemos muchos invitados en casa, podemos distribuirlas para abarcar más espacio y que todos puedan acceder a ellas cómodamente.
Esta ha sido la opción que se ha elegido en el proyecto: se ha colocado un conjunto de mesas nido con estructura de acero en forma de cubo y el sobre de maderas recicladas (mango, caoba, meranti, teca, pino y tamarindo). A lado y lado del sofá se han sumado, también, dos pequeñas mesitas redondas, también en color negro, con la estructura en acero y el sobre de cristal templado.
La calidez de la lana de la gran alfombra que enmarca toda la zona de asientos, la delicadeza de la tapicería de lino del sofá, la elegancia de la piel de los puffs y el aspecto noble de la madera generan un juego de texturas que ayuda a crear un ambiente elegante y una atmósfera de serenidad en la que da gusto estar y que invita al relax, a charlar y a compartir vivencias.
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