En Livitum contestamos a esta pregunta con un rotundo ¡sí!. Mejorar la iluminación, crear una rutina de orden y limpieza, rebajar el tono de las paredes… cualquier detalle puede ayudarte a estar mejor en casa. Para saber cuál, tienes que “desgranar” el espacio, buscar que es eso que sobra o que falta para que tu casa sea un verdadero espacio de bienestar. Te echamos una mano con ello: fíjate en estos 6 ejemplos que te proponemos a continuación.
No hay nada con mayor capacidad para cambiar la percepción que tenemos de un ambiente que la luz. Los niveles de intensidad y temperatura condicionan (¡y mucho!) cómo nos sentimos en una estancia concreta. Analiza habitación por habitación si la iluminación es la adecuada teniendo en cuenta las actividades que realizas en cada una de ellas. Presta atención tanto a la iluminación natural como la artificial y, luego, juega con las cortinas, ajusta la iluminación general de los techos, añade puntos de luz focalizada en donde lo necesites… Verás un gran cambio, ¡palabra!
Pintar las paredes del mismo color en toda la vivienda es un gesto muy muy sencillo pero súper agradecido. Y es que, al hacerlo, se genera sensación de continuidad y, casi por arte de magia, el espacio se amplía visualmente. Es un cambio que te ayudará un montón si el piso es pequeño y a veces te sientes agobiada.
Purifican el aire, aportan frescura al ambiente y ¡son tan tan bonitas! Llévate a casa un montón de plantas y colócalas en diferentes zonas: un pequeño cactus sobre la mesita de centro, una Sansevieria en el rinconcito de la ventana o unas cintas colgadas de una maceta de mimbre en la pared. Conseguirás llenar la casa de vida al instante y, ¿quién sabe?, tal vez a partir de hoy te conviertes en una auténtica plant lover: ¿puede haber una afición más reconfortante que cuidar de tus nuevas plantitas?
Busca un rincón en la casa, por pequeño que sea, solo para ti: para descansar, para dedicarte a alguna afición o para cuidarte. Sirve, incluso, guardar un cajón del baño si convives con otras personas y ordenarlo bien para poner tus enseres de higiene personal y belleza. Rodéate de objetos deco que te gusten y que tengan un significado importante para ti.
Colocar una alfombra bonita, unos cojines coloridos, sustituir las cortinas… Los tejidos tienen un enorme potencial porque es con ellos con los que -¡literalmente!- vestimos la casa. Y tienen una ventaja más: puedes encontrar en el mercado muy buenas opciones a precios asequibles, lo que te permitirá renovarlos más a menudo sin demasiados remordimientos.
Cambiar las puertas, pintar las baldosas del baño, colocar parquet, instalar un aire acondicionado… Son pequeñas reformas que no requieren de una gran inversión pero con las que consigues ganar metros, estar más cómoda, ampliar visualmente el espacio o, simplemente, hacer que tu casa sea más “tú”.