Así que, ¿cómo integrar la cocina al salón? Te mostramos dos ejemplos presentados a uno de nuestros clientes para que te inspires. Dos propuestas diferentes que tienen en común un resultado elegante y sofisticado. Uno de ellos de estilo nórdico y minimalista, con tonos claros y neutros, que aportan mucha serenidad. El otro, un estilo más moderno con toques industriales, que obtiene la sofisticación a través del uso de tonos grises y negros.
Partiendo de una cocina totalmente blanca, se ha optado por seguir con esa tonalidad cromática para decorar el resto del espacio. Los tonos blancos y claros son los protagonistas, matizados eso sí, por algunos detalles en madera, que aportan mucha calidez al espacio.
La zona del comedor se ha integrado a la zona de la cocina creando una gran isla que parte de una columna. De esta forma, la propia columna queda disimulada e integrada en ambas partes y actúa de separación. Una gran isla que hace las veces de mesa del comedor y a la que se le han colocado varias sillas con el asiento en blanco, pero con las patas de madera.
En la zona del salón se ha elegido un bonito sofá en blanco, repletos de cojines en tonos tierra, acompañado de una original butaca también de tono claro. Como mesa de centro se ha escogido una mesa tipo nido de madera con las patas en metal en negro, mientras que toda esa zona de descanso se ha delimitado por una alfombra de color claro, que aporta mucha calidez.
En la pared frente al sofá se ha pensado en un mueble de madera. De nuevo, para aportar ese toque de calidez que consigue como pocos un material tan natural. Se ha añadido una majestuosa planta para dar color, y se ha acompañado de varios cuadros, con marco de madera y tonalidades afines a la decoración, como el beige, tonos tierra y el negro.
En el segundo proyecto, las zonas están mucho más delimitadas. Partiendo de la misma cocina en color blanco, frente a ella se ha colocado la zona del comedor, formada por una bonita mesa circular de madera con las patas en negro, acompañada de sillas tapizadas en gris, también con las patas en negro.
Esa combinación de tonos grises y negros es la que marca el diseño de esta estancia, y la que le aporta ese toque moderno e industrial que se pretende.
De forma intencionada, pero casi pasando desapercibido, se ha colocado un banco de madera, que hace las veces de estantería, para separar la zona del comedor de la del salón. Un banco que queda detrás de un precioso sofá de color gris con chaise longue, que ocupa una posición totalmente invertida a la del proyecto anterior.
El sofá se ha acompañado por una mesa de centro metálica en negro y por una alfombra de estampado geométrico en tono gris.
En la pared del fondo, frente al sofá se ha optado de nuevo por un mueble bajo en color madera, que aporta calidez al espacio, al tiempo que cohesiona las diferentes zonas.
Sea un estilo u otro, lo que se ha de tener claro es que la cocina es la que determina la decoración del resto. En este caso, las opciones han sido diversas y diferentes, ya que la cocina era muy neutra. Sin duda, una de las mejores opciones si se hace la reforma al completo. Sin embargo, si la decoración debe hacerse a partir de una cocina existente, has de tener en cuenta su color para buscar un equilibrio coherente y conjuntado con el resto de zonas del espacio.