Inspo: 5 cabeceros para tu dormitorio

¿Te has parado a pensar alguna vez en cuál es la función del cabecero de cama? A nivel estético, es el elemento que define con más fuerza el estilo del dormitorio. Y es que la cama es la pieza con mayor peso visual de la estancia -más, incluso, que el armario- y, por tanto, aquella que suele convertirse en el punto focal: de ahí que, generalmente, todos nuestros esfuerzos deco se centren en la pared en la que se apoya la cama.
Publicado por Margarida Muñoz · 2 de marzo de 2023
Inspo: 5 cabeceros para tu dormitorio

Sin embargo, la razón de ser del cabecero es la de ayudarte a descansar mejor. Su función principal es la de aislar la cama del frío de la pared y mantener la higiene evitando el roce del colchón, las almohadas y las cabezas con la pared. El cabecero enmarca la cama y “la cierra” por la parte superior, lo que, según las premisas del interiorismo emocional, refuerza la sensación de seguridad, nos ayuda a relajarnos y nos predispone al descanso.

Haz números

El tamaño óptimo del cabecero está relacionado con el uso que haces de la cama. Y es que no es lo mismo si solo utilizas el dormitorio para descansar por las noches a si, por ejemplo, te gusta leer o ver la televisión en la cama: si este es tu caso, busca un modelo con la altura suficiente para apoyar cómodamente la espalda cuando estés sentada.

Con la mirada puesta en cómo el cabecero puede ayudarnos con la calidad del sueño y para no equivocarte con las medidas, antes de decidirte por un modelo u otro, hazte estas tres preguntas: 

  • ¿Cuánto mide el colchón de ancho? 

  • ¿A qué altura queda la cama una vez colocado el colchón? 

  • ¿Qué espacio de paso queda a los pies de la cama?

Estos datos te ayudarán a escoger el ancho, alto y fondo de tu nuevo cabecero. Para que te inspires, nuestras interioristas han seleccionado 5 dormitorios en los que el cabecero es un elemento clave de la decoración.  ¿Los vemos?

Cabeceros de madera colgados: el TOP de la versatilidad

Los cabeceros en madera y para colgar son la opción más versátil, ya que puedes colocarlos a la altura precisa que requiera tu cama. Si, además, optas por un modelo estéticamente neutro -por ejemplo, con listones o lamas de madera en un tono claro- tendrás la doble opción de colocarlo en vertical u horizontal en función del ancho de la cama (individual o doble) o del efecto visual que busques. 

Colgarlo es súper sencillo: suelen llevar unas pletinas en los extremos de la parte de atrás y funciona exactamente igual que si colgases un cuadro. Solo tienes que tener en cuenta un dato: deben quedar a la vista entre 60 y 80 cm de cabecero a partir de la altura del colchón.

Colocado con las lamas en vertical, aumentarás visualmente la altura de los techos. Esta opción es muy interesante para viviendas con techos bajos o abuhardillados, pero también es válida para estancias con poca luz natural, ya que la sensación de mayor altura te ayudará a ganar amplitud visual y el dormitorio parecerá más grande.

Si colocas el cabecero en horizontal, te dará la sensación de que el dormitorio es más ancho. Para conseguir este efecto, recuerda que el cabecero debe sobresalir entre 10 y 20 cm por cada lado. Ten en cuenta que el volúmen de la ropa aumenta visualmente el ancho de la cama, por lo que si ajustas el cabecero a la medida de la estructura lo verás muy pequeño una vez vestida.

Mesitas integradas para espacios peques

En los dormitorios en los que la suma del ancho de la estructura de cama + las mesitas ocupa casi la totalidad de la pared de apoyo, una muy buena opción es crear un cabecero a medida e integrar las mesitas.  

Solo tienes que recordar la norma que decíamos más arriba: a partir de la altura del colchón, deben quedar a la vista al menos 60 cm de cabecero. Si, además, le das un pelín de fondo (8-10 cm), tendrás una pequeña superficie de apoyo en la que colocar algún objeto deco: apoyar un cuadro sencillo, unas velitas o incluso varios mini-cactus. Conseguirás una zona de cama visualmente ligera, práctica, moderna y súper acogedora.

Pensado para cobijarse

Lo decíamos al principio: el cabecero refuerza la sensación de seguridad en el dormitorio y favorece el descanso. Esto es especialmente importante en el caso de los dormitorios infantiles.  ¿Has pensado en la opción de colocar un cabecero cuando la camita se apoya lateralmente en la pared?

Fíjate en este proyecto: nuestra pequeña clienta necesitaba actualizar su dormitorio pero quería mantener su camita nido de color azul. Para integrar en la nueva decoración, la pared en la que se apoya la cama se ha pintado por completo en azul y se ha colocado un cabecero en madera de pino que alterna verticalmente unas lamas en tono natural y otras en color. De esta forma, conseguimos delimitar la cama por los tres costados reforzando la sensación de cobijo a la vez que le damos un toque dulce a la zona de dormir.

¿Doble cabecero?

¿Te has fijado en la cama de la imagen? La estructura ya contaba con uno, pero se ha colocado un segundo cabecero en la pared en el que se apoyarán la cama y las mesitas de noche: de esta forma se consigue un ambiente envolvente que refuerza la sensación de tranquilidad e invita al descanso. 

Se trata de una pieza de madera de nogal oscura que, combinada con el resto de muebles en madera natural y los tonos naranjas de las paredes crean un ambiente sosegado, acogedor y muy muy elegante.

¿Y si quiero prescindir del cabecero?

Aún cuando el espacio sea muy reducido, ¡no prescindas del cabecero! Puedes sustituirlo por un tapiz o simularlo pintando un tramo de pared con un color de pintura distinto al del resto. Al hacerlo, mantendrás la sensación de resguardo que andamos buscando pero ganarás esos centímetros que necesitas para liberar un poquito las zonas de paso.

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