Todo fashionista quiere, y necesita, un vestidor donde guardar todos sus looks. Si eres uno de ellos, echa un vistazo a este precioso dormitorio de estilo rústico y detalles modernos, en el que se ha aprovechado una buena parte de la estancia para hacer un magnífico vestidor. Un enorme armario con puertas de cristal, que se ha elegido de color blanco, para minimizar su impacto y para combinarlo con los tonos suaves y crema que inundan la habitación. Ello, combinado con materiales como la madera y las fibras naturales, hacen de la estancia un lugar cálido y acogedor.
El azul es uno de los colores que más calma transmite. Y más si es de tono claro. Por ello es uno de los colores más usados en los dormitorios. Así ha sido en este proyecto de Livitum, donde la pared principal ha sido pintada de ese color. Para compensar la posible frialdad de ese tono tan frío, se ha optado por añadir al espacio madera y fibras naturales. Como un espectacular cabecero de ratán, una lámpara de techo de bambú o unos preciosos muebles de chapa de fresno y lacado blanco que son el complemento perfecto.
Otra tonalidad de azul es la elegida para este otro proyecto que puede inspirarte. Se trata de un azul aguamarina que, sin duda, es el protagonista de la habitación. Tanto en el papel pintado de la pared focal, con en algunos de los cojines de la cama. Al combinarlo con la madera del armario y de las mesitas de noche, crea una estancia cálida y acogedora, que además transmite mucha tranquilidad.
Otra buena opción para conseguir ese ambiente acogedor y cálido, que invita a caer en manos de Morfeo, es usar tonos tierra. Como en este dormitorio en el que la fusión de tendencias rústica y nórdica crea un dormitorio ganador. Por supuesto, no falta la madera, en un bonito banco situado a los pies de la cama, en un tocador de madera de fresno y en las mesillas de noche, también de madera. Pero sobre todo, en un original cabecero de madera maciza de mango con piezas de cáscara de coco, que sorprende a todo aquel que se acerca a mirarlo.
¿Y por qué no usar color? No en paredes o ropa de cama. Sino, atreverse con un extremado cabecero de cama tapizado en color verde menta. El resultado es un dormitorio moderno muy simple y sencillo que resulta encantador. Las mesillas de noche son blancas de estilo clásico, mientras que el armario de cinco puertas es de líneas muy depuradas. El color solo lo aporta el cabecero de cama, de diseño sencillo con tachuelas, y los cojines de la cama.
Otra forma de incorporar el verde es con un extremado papel pintado de tono oscuro, que convierte inmediatamente esa pared en el foco de atención de la habitación.
En este caso, la seriedad del papel se ve compensada por un maravilloso cabecero artesanal, unas mesillas de madera de mango y un precioso banco de teca, situado a los pies de la cama. Caerás rendido a este diseño, si lo tuyo es el estilo rústico.
Si buscas algo más elegante y sofisticado, ficha este otro proyecto de Livitum en el que, en la pared de la cama, se ha colocado un bonito panel decorativo de madera que le da un estilazo que te mueres a la estancia. Frente a él, se ha escogido un sencillo cabecero tapizado con botones en beige y un práctico canapé abatible que permite guardar de todo.
El resto de elementos, en blanco y dorado, crean un ambiente relajado, limpio y armónico, en el que tampoco debemos perder de vista una maravillosa alfombra, estampada en tonos beige, que delimita la zona de noche.
Ahora, si lo tuyo es el blanco y buscar un Total White, ¿qué te parece este otro proyecto? No hay otro color que transmite tanta tranquilidad, calma y sosiego como el blanco. Aquí todo es blanco. Solo una planta y el cabecero desenfundable en gris, aportan una pizca de color. Un diseño impoluto y muy elegante, que enamora a cualquiera.
Pero, si lo que buscas es algo mucho más cálido y señorial, no te pierdas este último proyecto de Livitum. Es un dormitorio vintage con pinceladas nórdicas, en el que los tonos beige son los protagonistas. Eso sí, con permiso de un impresionante espejo dorado que multiplica la luz de la estancia y crea una atmósfera muy sofisticada.
Nos encanta el cabecero clásico combinado con una exótica cama de madera de mango maciza esculpida. Y las mesitas de noche de madera y chapa mindi con ratán, combinadas con unas clásicas lámparas de sobremesas de cerámica blanca con pantalla de bambú.
