A pesar de que cada una tiene su propia opinión, está claro que su profesionalidad siguiendo las tendencias las hace coincidir a grandes rasgos, con una apuesta por los tonos neutros para las bases, con acentos de tonos más llamativos para los detalles.
Para nuestra diseñadora, Maite Sousa, sus preferidos son “los blancos, los neutros y los grises”, así como “los verdes, azules, ocres y mostaza”.
Sofía López se decanta por el negro, el beige y el verde. El negro porque aporta elegancia. El beige es sinónimo de calidez, junto a las maderas naturales. Y el verde, tanto en plantas como en detalles de color, los uso para darle más personalidad y alegría a cada uno de mis proyectos.
Patricia Ruiz nos explica que siempre usa “una paleta suave y monocromática en todas las estancias”. De hecho, le encanta la combinación de tonos neutros en sus diferentes intensidades, como el blanco, el beige, los tonos tierra y el negro. Aunque este último solo en los detalles.
Andrea Ponte apuesta por “colores grises, mezclando claros y oscuros. Desde un gris perla con tonos arena, mezclado con un gris antracita, para dar ese punto de relieve en las estancia al tratarse de un color que aporta mucha profundidad”.
Otra de sus opciones son “los colores más neutros, usando por ejemplo diferentes tonalidades de arena, pero jugando también con toques de color. Que bien podría ser un verde Army o más rojizos, como el Cherry Red”.
Jael Puppo hace una diferenciación entre los tonos elegidos para decorar un dormitorio y sus preferidos para un salón. “Para decorar un dormitorio me gustan las combinaciones de color neutro, como el gris, blanco o tonos tierra, como el beige o el marrón. Pero también me gusta añadir un toque de color más brillante. Toques puntuales, como algún cojín, las patas de un mueble, etc..”
En cambio, para el salón, Jael apuesta por los mismos colores que para el dormitorio, pero arriesgando un poquito más. “Al ser una estancia destinada a actividades más variadas y divertidas, me gusta arriesgar más usando colores más potentes y brillantes, como azules, rojizos o verdes”.
Para Eugenia Bertolotto una buena combinación para el dormitorio es “tonos beige y blanco roto con alguna nota de color, como el azul y el verde, que son muy pacíficos”. Mientras que para el salón opta por la “combinación de colores como la madera, ya sea clara u oscura en función de la luz que haya en el ambiente, mezclada con colores como el mostaza y detalles en negro”.
El trío de colores ganadores para la diseñadora Samanta Fernández es una combinación de “beige con el verde oliva, el beige con color teja, con el azul o con el mostaza”.
Alba Espuny apuesta por dos combinaciones diferentes. Por un lado, la combinación de “marrón claro con beige o blanco roto y terracota”. O el combo formado por un “gris claro, con un marrón más oscuro, tipo nogal, y un verde oscuro o más clarito, un verde seco”.
Las propuestas de Marta Peña varían también en función de la estancia a decorar. Para el salón elige “el greige, con un azul ahumado y madera”. Para el comedor, es fundamental la “presencia de verde a través de las plantas, combinada con colores tierra”. Mientras que para el dormitorio, elige “el greige y el verde”.
Las preferencias de Paula Alonso se decantan por los “tonos neutros, combinados con los colores cálidos de la madera”. En la misma línea, “si quisiera darle un toque de color, ahora mismo estoy obsessed con los colores teja y terracota”. Y añade, “los colores verde, tipo verde olivo y algún verde pastel, combinado con colores neutros, también me flipa”.