La estancia es de planta irregular, lo que condiciona la distribución del mobiliario. En la pared frente a la puerta de entrada se encuentran dos balcones con puertas abatibles y, entre ellas, hay un paño de pared libre que, sin duda, ¡vamos a aprovechar!
Los suelos de madera en espiga y las molduras que decoran los techos dotan a la vivienda de un cierto aire señorial que invita (¡y mucho!) a la mezcla de estilos: muebles de líneas sobrias que realcen la belleza de la arquitectura combinados con otros que refuercen el carácter clásico de la estancia. ¿Cómo se hace eso? Seleccionando muy bien cada elemento y cuidando al máximo los detalles.
Ahí va el primer -y más importante- consejo deco para amueblar una estancia en la que haya una pared curva: haz como si no estuviera. ¡Sí, sí, como lo oyes! Es muy difícil adaptar el mobiliario a una pared curva si no se trata de piezas hechas a medida, por lo que la mejor opción es tratar el espacio como si las paredes fueran rectas y, en un segundo momento, aprovechar el hueco que genera la curva para introducir algún auxiliar o accesorio. Traza una línea recta imaginaria para salvar la angulosidad y trabaja en el espacio restante.
Fíjate en cómo se ha hecho en este proyecto: en la pared frente al ventanal (la más amplia de todo el espacio) se ha colocado un gran sofá. Es bastante voluminoso, por lo que se ha optado por una tapicería en color blanco que le resta peso visual.
En un lateral se ha ubicado la zona TV y se ha delimitado toda esta zona con una gran alfombra rectangular con motivos geométricos. El rincón curvo se ha aprovechado para colocar un puf que hace las veces de asiento extra a la vez que cierra el espacio dedicado al estar.
En el paño de pared que queda entre los dos balcones se ha ubicado un comedor construido a partir de una preciosa mesa redonda con pedestal central y acabado efecto mármol de Calacatta y cuatro sillas con estructura metálica acabada en bronce y tapizadas en verde.
Recuerda que las mesas redondas son ideales para los comedores pequeños, ya que ocupan menos que las rectangulares, cuadradas u ovaladas. Las líneas curvas despejan las zonas de paso y aligeran visualmente el espacio, por lo que parece que ocupa muy poco pese a tener capacidad para 4 comensales.
En la pared se ha colgado un súper espejo en vertical. Mide 100 x 165 cm, tiene el marco en metal dorado y se ha ubicado estratégicamente para conseguir dos cosas: la primera, dispersar la luz natural; la segunda, generar sensación de amplitud al facilitar la visión de toda la estancia nada más entrar en casa.
Lo decíamos al principio: la mezcla entre lo moderno y lo clásico es la base del estilismo de este salón. Fíjate en cómo se ha hecho: el mobiliario es de líneas sencillas pero todos los materiales y acabados escogidos recuerdan a aquellos que han vestido siempre las casas señoriales. Materiales nobles como el mármol de Calacatta (en las preciosas mesas de comedor y de centro), el oro (en el marco del espejo y la estructura de las sillas o en la lámpara de globos que ilumina la zona de estar) y el bronce (en el mueble TV) le dan un toque glamuroso a la estancia.
Si a todo esto sumamos los diversos tejidos que se han usado (lana, lino, algodón…), vemos en este salón un juego de texturas muy bien resuelto que aporta dinamismo, enriquece la decoración y que, en resumen, ¡le da estilazo a este salón!