Siendo así, te será mucho más fácil aplicarlo en casa: no tienes que empezar de cero, parte de tu estilo actual e incorpora los tips que te damos a continuación. Recuerda lo que dicen: la única norma del boho es que no hay normas. Para nosotras, solo hay una premisa imprescindible: que tu casa hable de ti.
Rojos, amarillos, turquesas, naranjas… Los colores cálidos, en tonos vivos y elegidos casi al azar son la característica que lo hacen reconocible y la única premisa imprescindible para que tu casa tenga un sabor bohemio. Mézclalos. ¡Cuántos quieras! En el estilo boho no existe la regla del 80/20. Coloca un sofá mostaza delante de una pared en azul turquesa, pon un montón de cojines de estampados diversos, súmale unos pufs en color frambuesa y… ¡ya lo tienes!
Si es demasiado para ti, puedes optar por crear una base neutra -preferiblemente en tonos tierra- en paredes y muebles de mayor tamaño (sofás, librerías, mesa de comedor, cama). Añade notas de color ayudándote de los auxiliares, las lámparas y los textiles: ¿por qué no introducir en el dormitorio unas mesitas de noche en color rosa decapado? ¿O una lámpara de terciopelo verde y ratán sobre la mesa del comedor?
Multiplica los textiles: no solo puedes colocar dobles cortinas o más cojines. En el boho, suelen cubrirse los suelos por completo, incluso superponiendo las alfombras. Hazlo mezclando diferentes texturas y combinando las piezas lisas con otras con diferentes estampados.
También puedes usarlos para decorar las paredes: poner un tapiz, colocar un cabecero de cama de macramé o incluso colgar una alfombra tipo bereber si dispones de mucho espacio. Decorar las paredes con telas aporta un plus de calidez a las estancias y enriquece la decoración, haciéndola más original y mucho más “tú”.
El estilo boho te permite introducir y mezclar piezas de mobiliario y accesorios procedentes de otras culturas. ¿Qué conservas de tus viajes? Si te has hecho con algún objeto deco mientras recorrías el mundo, ¡ha llegado el momento de exhibirlo! Puede ser una figura de una deidad que compraste en la India, una lámpara turca o una alfombra de Marruecos: todo es válido.
Sácalas del fondo del armario y lúcelas con orgullo. Hacerlo no solo te ayudará a darle un toque personal y único a la estancia, sino que te encantará verla y te transportará una y otra vez al lugar en donde la adquiriste. No lo olvides: en decoración, lo más importante es que todo lo que pongas en casa tenga valor para ti.
Un cabecero de bambú, una alfombra de yute, una cortina de lino orgánico o maderas sin tratar. Lo natural aporta un toquecito de calma al estilo bohemio y potencia la sensación de calidez. Introduce estos materiales mezclando las texturas: incluye, por ejemplo, unos cojines de terciopelo sobre un sofá de cuero marrón; o coloca unas flores en una damajuana de cristal sobre una mesita de madera. Por último, ¡hazte con un montón de plantas! Aportarán un toque verde y la estancia se verá más fresca.
Bohemio es también sinónimo de pasión por lo antiguo. Recicla, recupera o restaura alguna pieza especial: puede ser un espejo de pared con el marco en oro viejo, una lamparita de sobremesa con la pantalla decorada con flecos o una mesita francesa colocada al lado del sofá. Si vas a comprarla en algún rastrillo, busca una pieza similar a las que veías en las casas de tu infancia o que evoque alguna época de la que guardes un recuerdo especial. Ya lo sabes: todo tiene que estar escogido con el objetivo de crear un espacio 100x100 personal.
Si introduces un toque romántico en las estancias, conseguirás suavizar el ambiente y rebajar el aspecto exuberante propio del estilo boho. Puede ser un biombo de mimbre para separar el recibidor del comedor, un dosel sobre la cama, una hamaca tejida en macramé en un rincón del salón o un atrapasueños colgado en la entrada de tu dormitorio. Estos detalles te ayudarán a crear un ambiente más íntimo que invita a la relajación.
¡Arriésgate! Mezcla objetos de distintas épocas, culturas y estilos. Hazlo guiándote por tu instinto y pensando que cada objeto que introduzcas en casa debe tener un significado para ti. Si lo haces así, el resultado será un ambiente libre de artificios, estiloso y con mucha personalidad.