La gama es amplísima: los hay con el cristal transparente, patinado u oxidado, con el marco en madera, metal o sin él... Algunos buscan acercarse tanto a la forma de una ventana que incorporan contraventanas que pueden abrirse y cerrarse para buscar un efecto wow!
Nuestras decoradoras han seleccionado 6 proyectos en los que se ha incorporado uno de estos espejos en el salón-comedor. Échales un vistazo y ¡copia la idea! Quedará precioso, ¡palabra!
Colocar un maxi espejo apoyado en el suelo entre dos zonas de una estancia es un recurso muy útil para reforzar visualmente la división del espacio en diferentes áreas. Y si, además, lo haces con un precioso espejo-ventana como el de este proyecto, ¡el resultado solo puede ser espectacular!
Se ha introducido un espejo de 88 x 165 cm con el marco curvo y en color negro justo frente a la mesa de comedor. De esta forma se ha conseguido enmarcar la mesa y separarla visualmente del sofá, ubicado justo al lado. ¡Toma nota de esta súper idea!
Colocados sobre el sofá, los espejos-ventana de gran formato tienen la capacidad de hacer que la pared trasera se vuelva transparente. Se trata de un recurso fácil y vistoso con el que vestir la pared del sofá -que, en este caso, se ha convertido en el punto focal de la estancia- a la vez que genera la sensación de un espacio tremendamente amplio.
Para conseguirlo se ha optado por colocar una pareja de espejos gemelos con marco y cuarterones de metal negro en formato cuadrado. Se trata de un diseño limpio y sencillo que llena la pared sin recargarla, consiguiendo un efecto de espacio fresco, luminoso y con un punto chic.
En los espacios en los que la madera tiene un gran protagonismo, la introducción de espejos es un recurso que aligera el ambiente y aporta una nota fresca. Este recurso es especialmente útil cuando necesitamos vestir la pared sobre la que se apoya un mueble muy voluminoso, como una cajonera en el dormitorio o un aparador en el comedor.
Este es el caso del proyecto que te mostramos justo aquí, en el que se ha colocado un espejo tipo ventana sobre el aparador para restar peso visual al mueble y, a la vez, introducir una nota de dinamismo gracias a los cuarterones que decoran el vidrio. El espejo tiene la estructura en metal negro, mide 100 x 160 cm y se ha colocado en horizontal para llenar por completo la pared sobre el mueble.
El mismo espejo es el que se ha utilizado para vestir este otro comedor de una forma muy distinta. Fíjate en esto: colgados a la altura del sobre de la mesa de comedor, los espejos de gran formato -como los de este proyecto, que casi alcanzan la altura del techo-ayudan a enfatizar la sensación de verticalidad y, por tanto, de amplitud. Si a esto le sumas una composición con dos espejos gemelos, conseguirás que la estancia se vea ordenada y equilibrada.
Por eso, en esta ocasión se han colocado dos espejos-ventana en vertical, para llenar todo el espacio disponible pero sin recargar el ambiente. Gracias al reflejo de la preciosa escalera que da acceso al piso superior, pintada en un blanco impoluto, se consigue en esta zona un espacio relajado que invita a alargar la sobremesa y a disfrutar al máximo del comedor.
Esta pared revestida en piedra es el elemento deco protagonista de este salón-comedor. Crea un atractivo contraste con el resto de texturas y con la tendencia escandinava del mobiliario, luminarias y textiles con los que se ha creado el proyecto. Sobre ella se ha colgado un precioso y discretísimo espejo-ventana con forma curva y en metal blanco.
Se ha colocado estratégicamente cerca del ventanal para dispersar la luz por todo el espacio pero, además, se ha escogido su ubicación teniendo en cuenta qué iba a reflejarse en él: la vista del conjunto del comedor, situado en el lado opuesto de la estancia, crea una gran sensación de profundidad que potencia la ilusión de mayor amplitud.
Para generar la ilusión de unos techos más altos, puedes recurrir a espejos con formato alargado. Fíjate en cómo se ha hecho en este proyecto: se han colocado tres espejos de tan solo 38 cm de ancho y, entre ellos, se ha mantenido la suficiente distancia como para llenar el tramo de pared que ocupa la mesa de comedor, enmarcándola y reforzando la diferenciación de esta zona de la estancia del resto. El efecto es el de un solo espejo, pero más dinámico y ligero que el que conseguirías con una única pieza de las mismas dimensiones.
¡Por cierto! Se trata de espejos-ventana de formato rectangular, con estructura metálica en negro y que se integran perfectamente con el resto de la decoración de la estancia, constuida a base de una mezcla de mobiliario, luminarias y accesorios deco en estilo escandinavo e industrial.