Debes tener en cuenta el uso que se le da a cada estancia. Si es una habitación de mucho trasiego o de actividades infantiles es mejor optar por un suelo resistente. Para el suelo del baño y la cocina también hay que tener en cuenta la humedad. En cambio, para un dormitorio, al que solo acudes a dormir, puedes elegir un suelo más delicado, pero que resulte acogedor.
También es importante el tamaño de la estancia. Para habitaciones de poco tamaño es mejor elegir tonos claros, para conseguir una mayor amplitud visual. En cambio, si el espacio es amplio, elegir tonos más oscuros le dará mayor calidez al lugar.
Si lo tuyo es el minimalismo y te encanta el blanco, un hogar con las paredes claras, los muebles blancos y el suelo a tono puede ser ideal. No creas que perderás calidez si escoges un suelo de madera. Aunque sea de un tono claro, casi blanco, la madera es un material que aporta confort y calidez en toda su gama cromática.
Los toques de colores puedes aportarlos con los muebles, las lámparas o las cortinas Como en este proyecto, en el que se juega con el blanco y el dorado para conseguir una estancia moderna y sofisticada a partes iguales.
Aunque las paredes sean blancas o claras, puedes dale alegría y vida a la estancia con baldosas hidráulicas, como en esta habitación de un bebé. En este proyecto se ha optado por un suelo hidráulico y paredes claras. Se trata de una opción vintage y muy resistente.
También resulta efectivo un suelo oscuro con las paredes claras. Los tonos claros aportarán una mayor luminosidad a una habitación en la que un suelo oscuro puede matizarla. Sin embargo, esta combinación le dará una mayor calidez al espacio.
Para crear un conjunto perfecto, nada mejor que añadir tonos oscuros o negros también en algunos de los muebles, para que armonicen con el suelo.
Para conseguir un espacio cálido y acogedor, la apuesta más segura es optar por suelos de madera. La calidez que aporta este tipo de material, combinado con otros materiales como la piedra es difícil de superar.
A una estancia con una pared focal de piedra, vigas de madera en el techo y suelos a juego, le van mejor unas paredes que no sean blancas. Una tonalidad que juegue con la naturaleza, como los materiales que componen este espacio, es perfecta. Un color tierra o un verde le aportará un plus de confort al espacio. Como en este proyecto, inspirado en un loft industrial de Nueva York, en el que el suelo de parquet combina a la perfección con una pared de piedra, toques de madera y unos preciosos muebles vintage.
Dado que los más pequeños de la casa se pasan gran parte del día tumbados en el suelo jugando, es importante poner un suelo cálido en su habitación. La madera es la mejor opción. Además, dada la diversidad de tonalidades y tipos de madera, encontrar la que mejor se ajusta al color de la pared es tarea fácil.
Así, para los colores pastel, lo mejor son los tonos claros, como la haya o el bambú. Mientras que para colores más intensos, una tonalidad más oscura como el nogal contrasta a la perfección.