Las alfombras mullidas y de pelo largo nos evocan al invierno, a una taza de café caliente y una lectura placentera. Pensamos que cuando llega la primavera es hora de guardar las alfombras hasta el otoño siguiente, pues nada más lejos de la realidad. ¿Por qué no tener una alfombra más ligera, para poder ir descalzo y que sea el complemento perfecto para ganar en calidez?
La podemos encontrar de diferentes tamaños, grosores, con colores sobrios o imaginativos, con o sin escritos. ¡Elige tu material! Desde naturales como el bambú, el yute, o el sisal, hasta las fabricadas con materiales sintéticos, como nylon o poliéster las alfombras de exterior ofrecen gran variedad de opciones.
Naturales como la vida misma. Las fibras naturales dan ese punto de calidez. El yute es recomendable usarlo en sitios donde no se vaya a pisar en exceso. Su calidez es proporcional a su delicadeza por lo tanto la podemos tener en el exterior, pero siempre a cubierto.
Otro material natural que se utiliza para las alfombras de exterior es el bambú, también conocido por el hecho de que es fácil de limpiar cuando es necesario. Las alfombras de bambú para exteriores generalmente no pueden durar tanto como las alfombras hechas con otras fibras naturales.
Las alfombras hechas con materiales naturales en espacios las podemos colocar en zonas cubiertas como los de ciertas entradas, para evitar que entren en contacto directo con el agua. Ten en cuenta que algunos materiales que se utilizan para las alfombras de exterior, como el sisal, pueden mancharse con el agua.
Las alfombras hechas de materiales sintéticos son resistentes a la humedad y también a los rayos del sol el inconveniente es que suelen ser un poco más caras. Entre sus ventajas destaca su durabilidad y que las podemos colocar en cualquier zona de exterior como podría ser el porche o la terraza. Además, se limpian con facilidad.
Las que están hechas con nylon se caracterizan por ser muy robustas. También están las alfombras de exterior de poliéster, que son bastante resistentes, pero pueden retener las manchas de aceite u otros productos.
Las alfombras hechas con fibras sintéticas están coloreadas y tejidas con una trama densa para evitar rasgaduras, absorber agua sin dañar la alfombra y resistir el paso intenso de personas sobre ella.
Las alfombras sintéticas son resistentes a los rayos del sol, lo que significa que si la alfombra que has elegido tiene estampados coloridos o es de un color intenso, no debería decolorarse rápidamente incluso cuando se coloca bajo la luz solar directa. También hay que tener en cuenta la rapidez con la que podrá secarse cuando se ponga en contacto con el agua debido a la lluvia.
Las alfombras vinílicas son muy fáciles de limpiar y no acumulan polvo. Además, son antihongos y antibacterias. Para que las alfombras de fibras naturales no se manchen se puede aplicar un tratamiento para aumentar la resistencia al agua.
Las alfombras de exterior deben asegurar un buen secado de las suelas de los zapatos mojados, para evitar que entre agua en la casa. Además, una alfombra de exterior a su vez debe poder secarse rápidamente. Algunas alfombras de exterior, así como algunas alfombras de interior, pueden tener una capa de látex en el lado que entra en contacto con el suelo lo que es útil para evitar que el felpudo se deslice cuando está mojado.
Si bien este látex es útil para evitar que la alfombra se deslice al frotarla, haciéndola más segura, una alfombra con una capa de látex que entra en contacto con el suelo podría tardar más en secarse si está mojada por la lluvia. ¡Atrévete con diferentes diseños! Sólo hay una única norma: que no almacenen calor.
