En ambas se ha situado el comedor en la zona más estrecha de la habitación, aunque con estilos muy diferentes. Igual que en la zona del salón, donde situar el sofá a un lado o al otro proporcionan al espacio un ambiente muy diferente.
Aquí, el sofá es el protagonista, al situarse en la pared más amplia de la habitación. Se trata de un sofá de tres plazas en color beige con chaise longue, con patas de madera natural. Frente a él se ha colocado una pequeña mesa de centro de cristal, también con las patas de madera, que combina a la perfección con un mueble bajo del mismo tono, que le aporta al salón un aire cálido y acogedor. Un mueble que se combina con un par de estanterías, ideales para guardar libros y recuerdos. Mueble y estanterías se han situado entre dos puertas, quedando totalmente enmarcados por ellas y aprovechando al máximo el espacio.
En el suelo, una bonita alfombra de pelo largo en tono beige que delimita la zona, un bonito puff de piel marrón, para tener algún asiento más sin ocupar mucho espacio, y una impresionante lámpara de pie con pantalla, con un trípode de madera que llama mucho la atención.
En la parte del comedor, Paula Alonso ha optado por elegir una mesa redonda con patas de acero, efecto madera, y cuatro sillas de chenilla en beige, que combinan extraordinariamente con la zona del salón.
En la pared del comedor se ha colocado una pequeña estantería de madera y un precioso espejo, con marco de madera, que aporta profundidad a esta zona de la habitación más pequeña.
Sobre la mesa, un bonito colgante de yute que, junto a un par de jarrones situados estratégicamente en rincones desaprovechados, uno de madera y otro de cerámica, cierran esta composición de estilo nórdico, con toques coloniales.
En esta segunda propuesta, la diseñadora Paula Alonso ha cambiado la ubicación del sofá. Lo ha situado en la pared entre las dos puertas. El sofá es muy parecido. También de tres plazas, en beige, pero con las patas en negro. La parte de chaise longue, con la que también cuenta este sofá, sirve sin querer, como separador entre la zona de salón y la de comedor.
Frente a él, también se ha situado un original mueble bajo de madera maciza de mango, decorado con unos bonitos listones, tan de tendencia esta temporada. Además, el mueble tiene los bordes redondeados, añadiendo así a la estancia otra de las tendencias de moda, la forma bolt.
En esta propuesta, la mesa de centro es cuadrada en lugar de redonda y se ha sustituido el cristal y la madera, por metal en negro, a juego con las patas del sofá y algún que otro elemento de la habitación. En el lugar de la impresionante lámpara de pie del anterior diseño, aquí se ha colocado una butaca de piel y madera de teca muy especial, junto a otro mesa auxiliar en negro.
En la parte del comedor, en este diseño se ha optado por una mesa cuadrada de chapa de roble y patas de acero en acabado en negro y unas sillas con respaldo de roble y estructura también de acero en negro, que acaban de completan el conjunto de tonalidades beige y marrones con toques en negro. Un negro que también aparece en una origina lámpara de focos sobre la mesa, y en la estantería y el espejo que, como en el proyecto anterior, se ha situado en la pared del comedor, frente al gran ventanal de la estancia.
Un par de plantas y unos divertidos cuadros muy coloridos, le aportan a este salón comedor un aspecto algo más juvenil que en el anterior diseño, algo más sobrio.