Si quieres incorporarlo a alguna habitación de tu hogar, mira estas 9 estancias. Son tan bonitas que las querrás copiar.
Con el papel pintado puedes delimitar espacios, como en este proyecto en el que una estancia hace las veces de habitación de invitados y pequeño estudio. Aquí la zona de despacho se ha delimitado con un bonito papel pintado geométrico, que ayuda a separarla de la zona de descanso, formada por un sofá cama y un armario.
El papel pintado también sirve para enmarcar una zona, como en este comedor. Un llamativo papel en tonos amarillos, que combina con el resto de paredes, aporta profundidad a esta estancia simple de estilo vintage. El papel, con motivos florales, tan de moda esta temporada, hace que no haga falta ningún elemento más. Él solo decora la pared, sin necesidad de nada más.
También es perfecto para aportar color y diversión a una habitación infantil. Los niños necesitan alegría en sus cuartos. Algo que los muebles rara vez aportan. Así que una buena solución es aplicar color y motivos infantiles con un bonito papel de pared. A los más pequeños les encantará y a ti te servirá de base para decorar el resto de la estancia.
Y, aunque el papel no sea el protagonista, algunos de sus colores pueden ayudarte a conformar la decoración de una habitación. Como en el caso de una habitación infantil con una preciosa cama tipi, en la que los tonos rosa, azul y blanco del papel, son el punto de partida para elegir las cortinas, la alfombra, la lámpara o la ropa de cama.
Algo que también puedes hacer en tu dormitorio. Una estancia sobria y relajada como la de este proyecto, adquiere otra dimensión al incorporarle a una de las paredes un papel estampado sutil en tono rosado. El resto de la decoración se articula alrededor de ese papel, a su color y a su dibujo, creando un dormitorio rústico elegante que transmite calma por los cuatro costados.
¿Y qué me dices del recibidor? Al ser una de las estancias más pequeñas de las cosas es donde puedes desarrollar tu creatividad y atreverte más. Con colores más llamativos, con dibujos más estridentes.
Como en este recibidor vintage que cuenta con algunos toques industriales. La pared decorada con papel pintado es, sin duda, el punto focal del espacio. Es llamativa y atrevida, al igual que la alfombra que delimita el espacio. El resto de la decoración compensa su estridencia con muebles metálicos simples, que aportan fluidez al espacio.
Aunque también puedes optar por un papel pintado de estampado más sutil, casi imperceptible, para usar en tu recibidor. Es una forma relajada de dar la bienvenida a tus visitas o de delimitar espacios. Como en este recibidor abierto que comunica con un pequeño estudio. El papel enmarca uno de los habitáculos, y visualmente, lo separa del otro.
Aunque te encanten los colores, no hace falta que el papel de pared sea estridente y llamativo. Puedes jugar con otros elementos decorativos y optar por un papel mucho más suave.
Como en este salón en el que el color llega de la mano de una alegre alfombra y de un elegante sofá azul, que contrasta con unos llamativos sillones en naranja, con las patas doradas. A juego también con unos grandes espejos con marco dorado, que aportan profundidad al salón y una elegancia muy glamurosa. En esta ocasión el papel pasa casi desapercibido. El protagonismo se lo llevan los muebles y los elementos decorativos.
Si para resaltar una pared, además de un papel pintado precioso, le añades otros elementos como paneles de madera, esa pared se convertirá por sí misma en una obra de arte. La estancia no necesitará de nada más. Los muebles podrán ser simples y el resto de paredes blancas, pero destacaría por encima de todo.
En este dormitorio, la pared del cabezal se lleva toda la atención. A un papel pintado muy sutil y elegante se le han incorporado paneles de madera en una esquina, creando un efecto muy top.