Así que, si estás pensando en redecorar tu salón, no pierdas de vista el estilo nórdico. Si no sabes ni por dónde empezar, ahí van 8 salones que Livitum ha proyectado, en los que encontrarás muchas ideas a copiar.
Una de las ventajas del estilo nórdico es que se adapta a todo y es fácilmente combinable con otros estilos. Como en este proyecto diseñado por Ainhoa Hidalgo, en el que, el estilo moderno e industrial de un comedor situado junto al salón nórdico, no desentona en absoluto en la estancia.
El truco está en utilizar colores similares en ambas zonas. En las sillas tapizadas del comedor del mismo tono que un cómodo sofá y una butaca. En el uso de dos alfombras de colores similares para delimitar ambas zonas. O en situar una mesa de centro frente al sofá del mismo color que las patas de las sillas o la lámpara de comedor.
La combinación blanco y madera es un must ganador del estilo nórdico. Para muestra, mira este proyecto de Livitum, en el que un pequeño salón se une a un comedor y a una cocina abierta, para crear una estancia acogedora y muy elegante.
Un sofá chaise longue de tres plazas en borrego blanco es el protagonista de este salón, en el que la madera aparece sutilmente para aportar la calidez que necesita el espacio. Una mesa de centro de chapa de roble y un par de pufs de yute, crean el rincón perfecto en el que pasar muchas tardes y veladas.
Una idea muy original que deberías copiar de este diseño es colocar una pequeña estantería tras el sofá, en la que apoyar unos bonitos cuadros o colocar algunos jarrones. Una idea genial.
Si piensas que el nórdico no es para ti, porque sus colores son muy sosos. Nada más lejos de la realidad. Está claro que no admite colores muy vibrantes, pero unos toques de azul, por ejemplo, quedarán geniales en tu salón.
Para muestra este salón, de tonos neutros, en los que se han incorporado toques de azul en cojines, en los cuadros, e incluso en una original lámpara de pie.
Las paredes blancas o de tonos claros aportan una luminosidad difícil de conseguir con otros colores más opacos. Esa es otra de las virtudes del estilo nórdico. Sin embargo, si tanto blanco crees que es demasiado, a pesar de combinarlo con muebles de madera, siempre puedes añadir unos listones de madera en una de las paredes para hacerla el punto focal de la habitación.
Eso es lo que ha hecho la diseñadora Patricia Ruiz en este salón nórdico, en el que el blanco y la madera vuelven a ser los protagonistas. Los listones de madera aportan calidez, un toque de naturalidad y destacan sobre el resto de elementos del espacio.
Un salón de estilo nórdico con toques rústicos, como el diseñado por Ainhoa Hidalgo para Livitum, puede resultar elegante e impactante a partes iguales.
La elegancia de las tonalidades neutras, como el beige o el marrón topo, combinada con elementos de madera, como una lámpara de pie, los marcos de unos cuadros muy sutiles o las mesas auxiliares, lo hace una combinación ganadora.
Sin embargo, si a la ecuación le añadimos un elemento especial, como una imponente vitrina en blanco y cristal, situada frente al sofá, el resultado es todavía más espectacular. ¿Estás de acuerdo?
El estilo nórdico surgió de los países escandinavos que buscaban un hogar que les recordara a la naturaleza en los meses de invierno. Por eso, sus elementos están muy relacionados con ella. Por eso, los tonos tierra son los que mejor casan con ese estilo. Al tiempo que aportan mucha calidez, al igual que la madera que los acompaña.
Este salón es un claro ejemplo. El sofá de tonos tierras y unos cuadros con composición botánica, también en colores tierra, aportan a la estancia ese plus de armonía y ese reencontrarse con la naturaleza, que tanto gusta a lo nórdico.
Un salón debe de ser ante todo cómodo. Al fin y al cabo, es el lugar en el que nos relajamos y, de vez en cuando, echamos alguna que otra siestecilla. Por eso es fundamental que los elementos que decoran el salón sean funcionales y apetecibles. Y más en un estilo como el nórdico en los que el buen uso, e incluso el doble uso de las cosas, es primordial.
Por eso nos encanta ese salón diseñado por Livitum. El indudable protagonista es un comodísimo sofá de tres plazas con chaise longue, con respaldos reclinables y asientos desplazables, que invitan a sentarse en él, sí o sí.
Si a la zona se le añade una butaca de chenilla beige con un reposapiés a juego, el sumun del confort lo encontrarás aquí.
En un salón con una base neutra, como todos los que te hemos presentado, es fundamental añadir algún toque de color. Lo puedes conseguir con cojines de tonos más oscuros o llamativos. O puede añadir algo que nunca falla, aporta naturaleza al interior y refresca el ambiente, una planta.
En este salón moderno, una preciosa palmera situada entre los dos muebles del salón rompe con la monotonía de la madera de ambas piezas. Es un elemento que le va que ni pintado al estilo nórdico, y no me negarás, que también a este coqueto salón nórdico moderno, que es una preciosidad.