Para evitar contratiempos, te proponemos algunas combinaciones de azulejos que nunca fallan. Combinaciones acertadas que harán de tu lavabo una de las habitaciones más bonitas de tu casa.
Los tonos claros siempre son acertados para un baño. Esa sensación de pulcritud que le solemos otorgar es más plausible con un baño claro. Además, esos colores ayudan a reflejar la luz, consiguiendo una luminosidad mayor, tan necesaria en esta estancia.
Las baldosas blancas nunca fallan en el baño. Puedes combinarlas con elementos de madera, como encimeras o toalleros, para darle un toque de calidez.
O puedes apostar por el Total White, siempre ideal para un baño.
Cada vez está más de moda. Los diseños de las baldosas hidráulicas hacen que, colocarlas en un baño, sea una decisión acertada. Si las combinas con baldosas lisas en las paredes, el suelo se llevará todas las miradas, por sus interesantes patrones. Le aportarán a cualquier baño un plus de sofisticación y elegancia, ya sea en un estilo más vintage o en un baño más moderno. Combinan igual de bien en ambos casos.
En un baño pequeño la mejor opción es apostar por baldosas blancas. Pero, para evitar que, además de pequeño, el baño sea muy soso, es bueno que le otorgues un poco de personalidad. Destaca una de las paredes con unas baldosas más llamativas o enluce la ducha con un toque de color. El resto déjalo en blanco para conseguir ese efecto visual de amplitud que tanto necesita un espacio tan pequeño.
Si quieres conseguir una uniformidad completa en el tu baño, lo mejor es utilizar el mismo tipo de baldosas, tanto en paredes, como en el suelo. Conseguirás que visualmente se vea mucho más amplio. Es una buena idea, sobre todo en espacios de gran tamaño, cuyo diseño tan igual consigue que tu baño se convierta en un auténtico spa.
Usa baldosas de efecto mármol o de efecto cemento para un estilo más clásicos o modernos. De esta forma, conseguirás que tu baño se vea equilibrado y perfectamente uniforme.
Lo ideal es utilizar un mismo tono para todo el baño, aunque en una de las paredes uses baldosas estampadas. Esa pared será, sin duda, el punto focal de la estancia y también la base a partir de la cual decorar el resto del baño. Por ejemplo, si en las baldosas de esa pared estampada predomina el tono azulado, traslada ese color en alguna otra tonalidad pintando o revistiendo el resto de paredes o usa un color complementario que combine con él perfectamente. También puedes integrar accesorios del mismo tono más oscuro o incorporar las toallas del mismo color.
En el baño, como en resto de estancias de la casa es bueno hacer servir la regla de los tres colores. Uno más general, otro para otros elementos más minoritarios, y un tercer color para acentos.
Si tienes la suerte de tener un baño muy espacioso, en el que has podido incorporar una bañera exenta, una amplia ducha y un par de lavabos, es buena idea que uses baldosas de gran tamaño. Le conferirán a la estancia una gran amplitud, más aún de la que ya tiene el lugar. Algo que no conseguirás con baldosas pequeñas, que acortan distancias.
Otra cosa a tener en cuenta es la posición de las baldosas. No creas que tienen una posición establecida. Según las pongas, conseguirás un efecto u otro. Por ejemplo, si una baldosa rectangular al colocarla horizontalmente, visualmente hará la estancia más amplia. Si la colocas verticalmente ampliará la sensación de altura.
Existen muchos patrones de colocación de baldosa, que harán que tu baño, aunque optes por azulejos sencillos, adquiera una personalidad única.