En tan solo 18 m², María Lucía Fiat ha conseguido crear un salón comedor sofisticado y acogedor, en el que un sofá de tres plazas con chaise longue en tono beige es el centro de todas las miradas. Un espacio en el que se han combinado los tonos oscuros con la madera, consiguiendo mucho estilo y calidez.
Al tratarse de un espacio no muy grande, se ha optado por una mesa circular, que siempre ocupa menos metros y permite una mayor fluidez del espacio. En esta ocasión, se ha optado por una mesa redonda moderna en color negro, alrededor de la cual se ha situado unas bonitas sillas en tono gris.
La pared central en gris, un mueble que combina también el negro y la madera, así como otros elementos decorativos en negro, como las lámparas y el marco de un precioso espejo de pie, acaban de conformar este espacio que, aunque pequeño, resulta muy acogedor.
Un estilo muy diferente es la propuesta de este otro proyecto de Livitum. El espacio vuelve a ser pequeño. Tan solo 19 m². Vestidos en esta ocasión de rosa y dorado, para darle un aspecto muy chic y elegante.
El dorado aparece en una espectacular estantería abierta que se encuentra en la zona del comedor, en un bonito mueble situado bajo el televisor, en la lámpara de pie, en tres espejos circulares que decoran la pared donde se encuentra el sofá, y en las patas de la mesa de centro y de comedor. Ambas con el sobre de mármol blanco que ayuda a reflejar la abundante luz que entra por la ventana.
El rosa es el protagonista indiscutible de la pieza central de este salón comedor. Un sofá con chaise longue de pana en tono empolvado que enamora. Un color que se repite en un práctico puff, que siempre aporta más asientos, y en el papel decorativo de la pared de la entrada de la estancia. La combinación perfecta.
Tres magníficos cuadros de pintura abstracta al óleo en tonos azules con remolinos dorados son el punto de partida para el diseño de este otro salón de 19 m². Los tonos neutros y la madera, combinados con toques de color azul, como en los cuadros, aportan a este espacio un estilo muy elegante y vintage.
Un sofá de cuatro plazas en beige, con cojines a tono y azul, es el protagonista. Frente al que se ha colocado una bonita vitrina de sheesham maciza y un mueble de TV en madera de mango, que aportan la calidez que necesita el espacio.
Un rincón muy encantador en el que se ha situado una consola en verde y una silla de terciopelo en rosa acaban de conformar este pequeño, pero funcional, salón.
Para conseguir que un espacio pequeño, como este salón comedor de tan solo 16 m², dé mayor sensación de amplitud, nada mejor que pintar las paredes de colores claros y añadir muebles de líneas simples, que den fluidez al espacio.
Su diseño es muy contemporáneo, con un sofá de tono claro y neutro, un mueble de TV de ratán colgado de la pared y un par de mesas de centro, también de fibras naturales. En la zona del comedor, se vuelve a apostar por una mesa de madera circular, que siempre ocupa menos espacio, con sillas en tono oscuro y patas también de madera.
Toda la decoración es muy simple y sencilla. Quizás para resaltar una de las paredes, decoradas con listones de madera, para dar textura y estilo a este salón comedor, aparentemente sencillo, pero con un diseño impactante.
Pequeño no quiere decir que tenga que dejar de ser funcional. De eso se inspira el diseño nórdico, donde cada pieza tiene una clara función, además de un estilo muy minimalista, a la vez que elegante.
Los 20 m² de este salón comedor se han vestido con tonos claros como el blanco, el beige o el gris claro, para darle luminosidad, sensación de amplitud y una ambiente muy relajado y calmado.
El sofá es un práctico sofá cama con arcón donde guardar muchas cosas. La mesa de comedor es extensible para albergar a más comensales de los que pensarías en un primer momento. Se ha añadido una práctica estantería en la zona del comedor. Y hasta ha quedado un hueco para incorporar un pequeño despacho.
Todo, con un estilo muy nórdico en el que la unión de tonos neutros con la madera y las fibras naturales dan con la combinación ganadora.
En espacios pequeños, es necesaria una mayor creatividad para maximizar el poco espacio existente, sin sacrificar la estética ni la funcionalidad. Eso es lo que ha hecho Mauricio Troncoso en este proyecto de Livitum de un salón comedor de tan solo 15 m².
Para conseguir una atmósfera serena y fresca ha añadido un tono verdoso a la pared para darle un toque de naturaleza y vitalidad al espacio. Un tono que, combinado con la madera de los muebles, le da la calidez que necesita todo salón.
El protagonista es un bonito sofá con chaise longue, con una bonita mesa de centro. Pero no te descuides de la zona de comedor. Con una mesa extensible cuadrada rodeada por un par de sillas y un gracioso banco, colgado de la pared.