El truco está en, partiendo de una base blanca o clara en las paredes, ir añadiendo diferentes texturas y tonos más cálidos a la combinación. Huyendo de colores intensos, pero que aporten calidez, como la madera, los tonos beige e incluso algún que otro gris.
Los nórdicos son unos expertos en temas de calidez y luminosidad. Su clima adverso en invierno hace que sus hogares sean un refugio acogedor ante el frío exterior, al tiempo que son espacios muy luminosos, que saben aprovechar al máximo la poca luz que les llega. Por eso, un salón de estilo nórdico combina a la perfección con tu predilección por los tonos claros, con la sensación de calidez que tanto buscas.
Apuesta por paredes blancas, un sofá de tono neutro claro y llénalo de cojines de la misma tonalidad. Añade una alfombra a juego y aporta pinceladas de color con las plantas, los cuadros o un espejo que refleje otra estancia en la que haya tonos más vivos.
Con cualquier estilo puedes conseguir un salón luminoso y claro que desprenda calidez. Incluso con el vintage. Tan solo debes pintar las paredes de un color claro o empapelar una pared con un estampado sutil en el mismo tono, optar por cortinas translúcidas que dejen pasar la luz natural y optar por muebles en color blanco o beige. Puedes hacer incluso un guiño a Versalles añadiendo sillas con las patas en dorado o un espejo vertical con el marco del mismo color. Añadir una bonita mesa de centro de mármol y una lámpara con tulipa, te trasladará de un plumazo al siglo XVIII, pero sin su barroquismo y con un estilo mucho más contemporáneo. ¿Te atreves?
Por supuesto, si lo tuyo es la ciudad y te encanta una decoración minimalista, sin artificios ni cosas superfluas, también puedes conseguir un salón cálido. No es necesario que apliques un Total White. Añade algunos tonos de gris en diferentes tonalidades, et voilà, tendrás un magnífico salón luminoso, espacioso, cómodo y acogedor.
Un sofá modular repleto de cojines, con una bonita alfombra y una mesa de centro de cristal son perfectos para conseguir un salón simple, pero cálido. Añádele unas llamativas lámparas de gran tamaño, de pantalla o metálicas, unas bonitas obras de arte, y tendrás el rincón de tu casa preferido en el que pasar las tardes de domingo.
No tengas miedo a combinar diferentes texturas y materiales si quieres conseguir calidez en tu salón. El metal y el cristal, aunque puedan parecer muy fríos, si los combinas con tonos algo más cálidos, como el beige, pueden aportar sofisticación y elegancia a cualquier estancia.
Unos muebles de diseño, unas lámparas metálicas de estilo art-decó, una bonita obra de arte o un gran espejo, son los elementos que necesita tu salón si buscas un estilo moderno, que transmita calma y tranquilidad. Añade toques de beige con las cortinas, la alfombra o algún jarrón, y una estancia fría se convertirá en tu mejor refugio tras una larga jornada de trabajo.
Si buscas un estilo rústico, no tiene por qué ser oscuro y lleno de madera. Puedes conseguir que sea luminoso y vistoso. Elige madera clara de haya o de abedul para decorar el techo con algunas vigas, a juego con un suelo del mismo color. Añade una bonita mesa de centro y apuesta por el blanco en paredes, sofás y alfombra. Dale un toque de color con algunas plantas, bonitos cuadros y alguna lámpara de rafia. Conseguirás un salón que enseguida te transmitirá relax y tranquilidad.