Para demostrártelo, aquí abajo te mostramos una misma estancia decorada en tres estilos distintos. Fíjate en cómo se han elegido los tres elementos clave para crear, en un mismo espacio, un salón-comedor en estilo moderno, industrial y rústico.
Partimos de un espacio de planta rectangular iluminado por un gran ventanal que permite que la luz natural bañe toda la estancia. Los suelos son de madera de roble y las paredes están pintadas en blanco y decoradas con unas preciosas molduras de corte clásico.
En los tres casos, vamos a colocar en la zona más cercana al ventanal una sala de estar compuesta por varios asientos dispuestos en L y un mueble TV, reservando la zona junto a la puerta de acceso para ubicar el comedor. En él vamos a ubicar una mesa para cuatro comensales y un mueble de almacenaje.
Mobiliario. La zona de asientos del salón se ha construido con varios módulos tipo puff que permiten crear un sofá tan grande como quieras. Se han colocado dos frente al televisor y un tercero en L a modo de butaca. Son de líneas rectas, tapizados en color gris claro y con la estructura en blanco. Entre ellos se ha colocado una alacena que permite guardar un montón de cosas y liberar la zona del mueble TV, para la que se ha escogido una mesa en metal y vidrio transparente. Sobre ella se ha colocado una preciosa estantería metálica.
Las líneas rectas que predominan en todo el mobiliario principal (sofá, alacena, mueble TV y aparador) realzan la presencia de la mesa de comedor -redonda y con pedestal central- y de las mesas auxiliares, también redondas.
Todos los materiales escogidos buscan la pureza del ambiente: muebles lacados en blanco, cristal y metal dorado para darle un toque chic. Todo está perfectamente escogido para mantener la sensación de un espacio neutro y luminoso.
¡Blanco, blanco y más blanco! Al crear este saloncito en estilo moderno, se ha recurrido al uso de diferentes tonos de blanco que se texturizan con el marmoleado de la mesa de comedor y de las auxiliares. Se han introducido otros neutros -como el color crema de la gran alfombra que delimita el área del salón- y el oro se ha convertido en el color de acento, dando un punto de sofisticación a una paleta neutra que admite cualquier color en los tejidos (cortinas o cojines) y accesorios deco.
Mobiliario: La zona de asientos se ha construido a partir de un sofá con la estructura en metal negro y la tapicería en beis oscuro al que se le han sumado dos butacas con asiento y respaldo en piel. Entre ellos, una elegante y súper ligera mesa-cubo en metal y cristal cede el protagonismo al mueble TV: se trata de una pieza de líneas rectas pero con mucho peso visual que combina el roble y el acero.
En la zona del comedor se ha introducido una cajonera de la misma colección que hace las veces de aparador y con la que se consigue el almacenaje suficiente para guardar el servicio de la mesa. ¡Por cierto! Fíjate en el rompedor juego de comedor: está compuesto por una mesa rectangular y cuatro sillas en blanco y negro que crean un fuerte contraste con el resto del mobiliario de la estancia.
El metal lacado o pintado en negro es el protagonista de este este salón en el que se busca recrear la estética de los interiores de estilo industrial, donde el hierro, la madera, el cemento y otros materiales de construcción se muestran sin complejos para decorar estancias elegantes pero con un punto desenfadado.
Negro y madera: esta es la apuesta segura del estilo industrial. En esta ocasión, además, se ha introducido el blanco en la zona de comedor para ganar luminosidad y crear un espectacular contraste con el que, además, se establece el límite entre el salón y el comedor.
Mobiliario: Dos sofás de corte clásico dispuestos en L forman la zona de asientos de este salón con toques rústicos. Lo vemos, muy especialmente, en el mobiliario principal: se trata de dos piezas -un mueble TV y una alacena- fabricados en madera y metal con los frentes alistonados. Crean un fuerte contraste con las líneas depuradas del conjunto de comedor que ya hemos visto más arriba y que está formado por una mesa con estructura metálica y el sobre en porcelánico blanco.
Maderas rústicas combinadas con metal en el mobiliario. El metal negro también está presente en las luminarias -como la preciosa lámpara de pie que ilumina la zona del salón- y en los elementos deco, como el espejo-ventana con forma de arco que separa visualmente la zona del salón de la del comedor.
Cremas, marrones, blanco y negros forman la paleta de color de este espacio. Se trata de una paleta neutra, sin estridencias, en la que destacan los elementos oscuros que adquieren más protagonismo por contraste con el blanco de las paredes y de la gran alfombra que cubre casi por completo la zona de estar.