La primera propuesta de diseño es un dormitorio sereno y elegante, donde la combinación del blanco y el rosa crea un ambiente encantador y sofisticado. El blanco le aporta mucho luminosidad a esta habitación no muy grande, mientras que el rosa se convierte en el protagonista de los textiles, la lámpara de techo y de una par de macetas, que se han situado en una estantería de madera, colocada sobre un cabecero de obra en blanco, que también hace las veces de mesillas de noche. Una construcción que aporta carácter al espacio y que se convierte en el punto focal de la estancia.
Es en esta misma pared en la que se han colocado un par de lienzos que vuelven a contener los tonos rosados que aparecen aquí y allí en toda la habitación.
Ese color rosa, junto a la madera de la estantería y la cama de teca con cajones laterales, son los que dan carácter a esta delicada decoración que, además, transmite mucha calma. Un diseño que resulta muy práctico, ya que al espacio de almacenaje de la cama, se le suma un banco baúl con más espacio y un precioso zapatero en blanco y madera que permiten tener en orden todo el cuarto, sin apenas sacrificar espacio.
Para maximizar el espacio, frente a la cama se ha colgado un espejo de pie con marco de madera, que amplía visualmente el espacio y refleja la luz que entra por la ventana, aportando también mucha luminosidad al dormitorio.
Una propuesta encantadora y sofisticada a partes iguales, que invita al descanso y al relax, con calidez, pero sin dejar de lado la funcionalidad de todos sus elementos.
El mismo espacio, con elementos similares, puede convertirse en un dormitorio totalmente diferente, donde el rosa se torna verde y la serenidad en frescura.
En esta ocasión el verde se convierte en protagonista junto a los tonos naturales y los elementos rústicos. La base vuelve a ser blanca, pero aquí es el color verde el que toma la iniciativa en los textiles y los cojines, para combinarse con una preciosa lámpara de techo de fibras naturales y con un rústico banco de madera de teca con asientos de ratán, situado a los pies de la cama. Ideal para sentarse y descalzarse al final del día.
Como en el otro proyecto, la madera también está presente en la estantería del cabecero de obra, en la cama con cajones laterales y en el marco del espejo situado, también en esta ocasión, en la pared frente a la cama.
La distribución es la misma, solo que con elementos diferentes que le aportan un carácter más rústico al dormitorio. Sin embargo, a diferencia del otro proyecto en el que el rosa aportaba calma al lugar, aquí el verde da al ambiente frescura y un acento vibrante que contrasta con el blanco de las paredes.
Aquí los cuadros elegidos para situar sobre la cama son más sutiles. Un lienzo y una lámina de tonos claros que hacen resaltar las dos plantas sansevieria que presiden la estantería de madera. Un par de elementos que, además de traernos la naturaleza al interior, aportan color y calidez al espacio.
Una calidez que se ve ampliada por un par de alfombras laterales junto a la cama, de lana beige, perfectas para no notar el frío al poner el pie en el suelo cada mañana al levantarse.
Al igual que en el otro proyecto, este dormitorio también cuenta con un armario zapatero. En esta ocasión, uno de color blanco con cuatro puertas, que permiten mantener el orden todo el calzado.
Una propuesta fresca y moderna que conecta con la naturaleza a través de la madera, las fibras naturales y el color verde.
Y tù, ¿con qué propuesta te quedas?
