Las cosas buenas de tener una cocina abierta son muchas. A continuación, van unas cuantas de ellas:
La sensación de espacio aumenta significativamente en una cocina abierta. No sólo la cocina, sino el salón o el comedor también parecen más amplios. Esta es una ventaja muy a tener en cuenta si tu cocina es muy pequeña.
Con el espacio abierto, la luz puede llegar a más rincones de tu casa y distribuirse de un lado a otro. Esto es una gran ventaja sobre todo cuando una cocina no tiene ventana, ya que así le puede llegar la luz que provenga del salón.
Lo que viene inmediatamente después de una cocina abierta es un comedor, la cual cosa facilita mucho las cosas a la hora de poner y servir la mesa, y también a la hora de recogerla.
Cuando tienes invitados, nadie quiere meterse en la cocina para acabar de preparar la comida, lo que queremos es estar con todo el mundo para no perdernos nada. Esta es otra gran ventaja de las cocinas abiertas: aunque estés acabando de preparar tu receta de la noche, puedes seguir la conversación con tus amigos.
Las cocinas pequeñas, sin ventana o interiores siempre tienen problemas de ventilación. Al abrir una cocina de estas características, también se abren corrientes de aire que ayudan a eliminar los olores de la cocina más fácilmente.
Centrémonos ahora en la parte negativa: los inconvenientes de tener una cocina abierta existen, pero algunos de ellos tienen solución. Veámoslos:
Ya sea la máquina de zumo de naranja o una minipimer, los ruidos que se provocan en una cocina abierta viajan por toda la casa con mucha más facilidad. Si eres de los que tiene el sueño muy delicado y te gusta dormir por las mañanas, o si tienes la costumbre de trabajar en la mesa del comedor, quizá una cocina abierta no es la mejor opción.
Mientras cocinamos se generan humos que tienen olores y, en una cocina abierta, se reparten por las habitaciones contiguas. Hay personas a quien les puede gustar oler un rico pastel desde el sofá, pero si lo que cocinas es pescado frito, quizá no sea tan agradable. Pero este inconveniente tiene una solución: invierte en una buena campana extractora y evitarás que la mayor parte de estos olores se repartan por la casa.
Si eres de los que no limpia justo después de ensuciar, ten en cuenta que en una cocina abierta queda todo al descubierto. Puede que no te moleste al momento, pero con el tiempo tendrás que acostumbrarte a tener la cocina muy bien ordenada.
Hay gente que se mete en la cocina para encontrar un momento íntimo de soledad. Si decides abrir la cocina, olvídate de ello, ya que la cocina se convertirá en la habitación más transitada de tu casa.
Si no lo que hemos dicho hasta ahora no te ha convencido para abrir tu cocina, debes saber que hay una solución intermedia y es abrir la cocina sólo a medias. Hay muchas formas de hacerlo y diseños distintos: con paredes de cristal, muros bajos o islas separadoras.
Todas estas formas también tienen ventajas e inconvenientes, pero por lo menos evitarás algunas molestias –como el esparcimiento de los olores y ruidos–, sin renunciar a la amplitud ni a la luz de una cocina abierta.