Las épocas de otoño o invierno son ideales para transformar el hogar en un refugio de calidez. Sin embargo, no todas las casas son tan agradables en estas temporadas. Ya sea por el material de construcción o por la decoración, tu vivienda puede sentirse fría en ciertas estaciones.
A continuación, te presentamos 10 ideas fáciles de implementar para inyectar calidez en tu casa. Aprovecha estas buenas prácticas y sugerencias que harán de tu hogar un refugio ante el frío exterior.
Los colores tienen un poderoso impacto en nuestras emociones y en la atmósfera de las viviendas. Tonos cálidos como marrones, terracotas y ocres, son ideales para crear un ambiente acogedor. Evocan sensaciones de calidez y confort, como si el mismísimo sol de verano tocara cada rincón de tu hogar (¡sabemos que lo estás deseando!).
Utiliza estos colores en paredes y textiles. Incluso puedes elegirlos para pequeños detalles como cojines o decoraciones de mesa. Con esta simple elección transformarás cualquier espacio frío en una zona de calor.
La iluminación puede cambiar radicalmente cómo vemos y sentimos los espacios. Para dar calidez a tu hogar, utiliza luces tenues o de tonos amarillos. Evita a toda costa las luces blancas o muy intensas.
Las luces de las velas son una jugada perfecta en caso de que tu casa sea fría. Este elemento decorativo aporta sensación de intimidad. Además, una linda vela hace que los lugares se vuelvan más acogedores de forma automática.
También puedes escoger otras fuentes de iluminación como lámparas de sal o luces LED. Tienes muchas opciones para hacer más especiales las noches de invierno u otoño.
Mezclar diferentes texturas o tipos de tela es una buena forma de dinamizar los espacios. Sin embargo, si quieres dar más calidez a tu hogar, este es casi un mandamiento.
Te recomendamos añadir lanas y tejidos gruesos en la decoración textil. Por ejemplo, mantas de punto para el sofá o cojines de terciopelo. Puedes combinarlos con materiales más suaves y modernos como el algodón o el lino. De esta manera, el resultado será un balance estético interesante.
Si la temperatura exterior es baja, es esencial que mantengas tu casa aislada para conservar el calor. Revisa que tus ventanas estén cerradas y bien selladas. Además, las rendijas inferiores de las puertas pueden filtrar el viento con facilidad.
Ahora bien, sabemos que la ventilación es fundamental para mantener la óptima calidad del aire. Sin embargo, prefiere airear tu hogar cuando el sol esté en su punto más alto. Abrir las ventanas a mediodía y solo por un periodo breve de tiempo evitará que la casa se enfríe demasiado.
Durante el día, aprovecha la luz solar utilizando cortinas de colores claros y materiales ligeros. ¡A por una buena dosis de Vitamina D!
Permitir que la luz natural ilumine tu hogar no solo lo vuelve más cálido y acogedor, también aporta energía y vitalidad a sus habitantes. De hecho, la luz solar ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y regula los ciclos de sueño.
Eso sí, por la noche es mejor que uses cortinas más gruesas y opacas. Cubrir tus visillos claros con este tipo de cortina garantiza un mayor aislamiento contra el frío exterior.
Las alfombras son un excelente complemento tanto decorativo como funcional. Aportan calor, textura y variedad a cualquier habitación.
Son elementos muy efectivos para aislar el frío del suelo. Además, otorgan un toque acogedor y hogareño a las viviendas.
Al elegir alfombras, opta por tonos cálidos y texturas suaves que inviten a la comodidad de caminar descalzo. Puedes ubicarlas en lugares estratégicos: cerca de la cama, en el salón o debajo de la mesa del comedor. Mejorarás significativamente la sensación térmica de esas áreas.
El invierno y otoño también pueden acoger a nuevas flores y plantas. Si eres fan de la decoración botánica, ¡no te aguantes hasta la temporada de primavera!
Las flores y plantas mejoran la calidad del aire y le dan toques de color al hogar. Asimismo, si adornas tu casa con flores amarillas, naranjas o plantas en tonos tierra, conseguirás aumentar la sensación de calidez
Queremos tener lo mejor del mundo exterior en nuestro hogar. Por eso, si eres fan de las cafeterías, ¿por qué no hacer un rinconcito de bebidas calientes en tu salón? Puedes crear un pequeño espacio dedicado a ofrecer chocolate, té o café. Ten siempre a mano un termo o una tetera especial que haga el espacio todavía más original. ¡No hay límites para una decoración creativa!
Para dar calidez al hogar no basta con elegir bien las telas, colores e iluminación. La sensación de una casa acogedora también puede entrar por el olfato.
Existe variedad de esencias, plantas aromáticas, inciensos y velas perfumadas que darán a tus espacios una atmósfera cargada de placer. En temporadas frías te recomendamos elegir aromas más dulces o amaderados: canela, vainilla, naranja y sándalo son buenas opciones.
No por último menos importante: una actitud de calma, tranquilidad y cariño hará que tu hogar se perciba cálido con solo entrar en él. Aunque en el exterior el mundo se congele, permite que tu espacio interior sea ocupado por abrazos y palabras acogedoras.
Las personas hacen el lugar en el que viven. Y es importante mantener no solo las buenas temperaturas físicas, sino también un saludable clima emocional.