Vamos a darte 5 ideas para 5 estancias de la casa que podrás aplicar para ganar espacios de almacenaje extra. Pero antes de lanzarte a comprar un mueble nuevo o todos los accesorios que existen para ordenar los cajones, revisa estos 3 consejos previos:
Aplica la regla de las R. La recuerdas, ¿verdad? Libera espacio en casa deshaciéndote de todo aquello que no te resulte útil o que no tenga valor para ti y quédate solo con las cosas que utilices y que realmente te gusten. Para hacer el filtro, recuerda aquello de “Reutiliza, Recicla, Recupera, Restaura, Regala”.
Revisa la distribución de las estancias. ¿Cómo tienes colocados los muebles? ¿La distribución es cómoda y práctica? Si crees que con otra distribución aprovecharías mejor el espacio, haz los cambios que consideres antes de comprar muebles nuevos. Revisa también las zonas de paso: muchas veces pueden servirnos como espacios en los que ubicar una estantería, un pequeño armario e incluso introducir un espacio de trabajo.
Compra solo los accesorios que necesites. Planifica y piensa en como vas a guardar las cosas antes de hacerte con un montón de accesorios para organizar el interior de muebles y cajones que, tal vez, después no te resulten útiles. Cuando vayas a por ellos, hazte con artículos que sean versátiles y reutilizables: asegúrate que podrás darles un uso diferente en caso de que cambies de opinión y quieras destinarlos a otra cosa.
Son prácticos, los hay de mil tipos y en diferentes materiales y dan un toque de estilo a cualquier estancia: añadir un banco es siempre una solución acertada si lo que buscas es ganar un pequeño espacio de almacenaje extra. Algunos modelos cuentan con baldas o cajones bajo el asiento. Otros, lo tienen abatible y puedes usarlos para guardar cosas a modo de baúl.
No es imprescindible que el banco que escojas -o que ya tengas y vayas a reubicar en el recibidor- cuente, de por sí, con espacio para guardar: coloca un modelo sencillo y ubica bajo el asiento uno o dos cestos de fibras naturales. Además de conseguir el espacio extra que necesitabas, ¡la composición quedará súper estilosa!
Añade al banco un par de cojines y, si la pared está libre, coloca sobre él un perchero o un estante. Tendrás en muy poco espacio todo lo que necesitas para dejar las cosas que coges y dejas al entrar y salir de casa: el abrigo, los zapatos, el bolso… El resultado es un rincón muy práctico con todo lo necesario.
Si ya no te queda ninguna pared vacía en el salón, ¡mira hacia arriba! Deja, al menos, 25 cm de distancia respecto al techo y coloca una o más baldas a lo largo de la pared: situadas en altura, ocupan muy poco espacio visual pero te ofrecen una gran capacidad de almacenaje. Puedes colocar un montón de libros, revistas apiladas o cajas en las que tenerlo todo organizado y fuera de la vista.
Si es posible, colócalas de pared a pared y pintalas de su mismo color: al hacerlo así parecerá que se fusionan con ellas, por lo que las neutralizas y aligeras su peso visual, evitando el efecto de que “se te caen encima” si el espacio es muy muy pequeño.
Si tu idea es colocar libros, asegúrate de que las baldas tienen un grosor de 2,5 o 3 cm y un fondo de entre 25 y 35 cm. ¡Toma nota de estos datos!
La zona del cabecero de cama es un espacio fantástico que, la mayoría de las veces, está desaprovechado. Sin embargo, esta pared puede ayudarte -¡y mucho!- con la necesidad de sumar zonas de almacenaje.
La idea es crear sobre el cabecero un frente de armarios que cubra por completo el ancho de la pared, con las puertas lisas y del mismo color que esta para que quede camuflado. Coloca en estos armarios las cosas que utilices con menor frecuencia, como la ropa fuera de temporada o la ropa de cama. Si aún necesitas más espacio, aprovecha los laterales sustituyendo las mesitas de noche por dos columnas de armarios creando un mueble tipo puente.
No tengas miedo por el peso visual de este tipo de armario. Cuando escasean los metros, la recomendación es siempre poner pocos muebles y del mayor tamaño que permita el espacio. Por contra, colocar varios muebles y accesorios pequeños genera sensación de desorden y, en consecuencia, percibimos que el espacio está abarrotado de cosas.
Los carritos con ruedas son una pieza todoterreno que puedes usar para cualquier cosa que imagines: guardar los productos de tu rutina de belleza diaria, como mini-librería o como mesita auxiliar en el salón al lado del sofá.
En el cuarto de los peques te puede ayudar a guardar y ordenar los objetos de pequeño tamaño que no tengan un lugar fijo, clasificándolos por tipología (peluches en un estante, coches en otro…). También puedes usarlo para colocar las libretas, folios, lápices y rotuladores de colorear. Colócalo junto a su mesita de juegos: de esta forma tendrá siempre la mesa despejada y podrá dibujar y pintar cómodamente. Es un auxiliar muy práctico, bonito y que siempre podrás reubicar y darle otro uso si en algún momento tu hijo ya no lo necesita.
Utiliza el espacio que queda sobre el inodoro para colocar un mueble auxiliar de almacenaje y colocar los productos que utilizas a diario: un rollo extra de papel higiénico, discos desmaquillantes, toallas de manos… Opta por un mueble ligero pero con los laterales cerrados -con forma de cubo, por ejemplo- para que no se te caigan las cosas. Ten en cuenta la medida de fondo: lo máximo para que no te moleste el mueble al usar el inodoro es de 25 cm.
Aprovecha el espacio para colocar algún objeto decorativo, como una pequeña vela o un ambientador tipo mikado: recuerda que el baño es también un espacio dedicado a tu bienestar en el que sentirte a gusto mientras realizas tus rutinas de higiene y cuidado personal.