Toda zona chill out que se precie debe contar con colchonetas en el suelo o en su defecto con muchos cojines, para poder tumbarse y relajarse como uno se merece. Da igual el espacio con el que cuentes, siempre tendrás hueco para incorporar alguna colchoneta mullidita o unos cuantos cojines.
La mejor forma de asegurarnos comodidad si estamos tumbados en el suelo es con alfombras. Además de que pueden sentarse más personas, son una gran aislante que te permitirán ir descalzo por la terraza, y aportarán esa calidez que debe transmitir una zona de chill out que invite a la calma.
Además son una forma inmejorable de delimitar esa zona, si cuentas con una terraza con otros ambientes, como un comedor o una zona de tumbonas donde tomar el sol.
Si cuentas con los suficientes metros cuadrados como para que te quepa un sofá y una mesa, procura que éstos sean modulares, para poder moverlos con facilidad, según sean las necesidades del momento. Y si además cumplen más de una función, mejor que mejor. Con eso nos referimos a que tengan compartimentos donde poder guardar los cojines cuando no los usas o quizás una neverita escondida donde tener tus refrescos al sol.
Los muebles creados con palés de madera también forman parte de la estética chill out. Así que si tienes un poquito de espacio, apuesta por ellos o por muebles bajos de madera.
Los puff son otra gran opción para conseguir más asientos en una pequeña terraza, sin que ocupen mucho espacio. Son muy funcionales y decorativos.
Una terraza chill out debe ser cálida y acogedora. La mejor forma de conseguirlo es con materiales naturales que transmitan esa calidez que se busca. Y en eso, la madera y las fibras naturales, son unos imprescindibles.
Apuesta por cestas de mimbre donde guardar cojines y mantas, por mesas de madera e incluso alguna que otra balda que te sirva de almacenaje.
Al tener pocos metros cuadrados en el suelo, es bueno que pienses en vertical y aproveches las paredes.
Allí, puedes colocar alguna estantería en la que depositar algunos objetos decorativos, poner un bonito jardín vertical que creará el ambiente perfecto e incluso añadir espejos que ayudarán a que la terraza parezca mucho más grande de lo que es.
Un ambiente chill out necesita de una iluminación tenue y cálida que aporte relax y recogimiento. Por eso, es bueno que apuestes por una iluminación cálida y suave, algo bucólica. Olvídate de focos o iluminación excesiva y piensa en bonitas lámparas de fibras naturales o guirnaldas, que aportarán la luz justa para que veas, pero no te deslumbrarán.
Todo espacio exterior ha de contar con plantas. Si no cuentas con mucho espacio en el suelo, puedes colgarlas de las paredes, incorporarlas a las barandillas con maceteros expresos para ello o añadirlas en la pequeña mesa de centro de madera que ha colocado junto al sofá o las colchonetas.
Al tratarse de un espacio reducido, la única forma que tienes para darle un poco de estilo es añadiendo color con los textiles. En los cojines, en las fundas del sofá, en las propias colchonetas o alfombras. Estampados alegres que te recuerden que estamos en verano, que transmitan alegría y te hagan sentir bien.
En eso radica la esencia de tener una terraza con un espacio chill out. En poder disfrutar de la vida y de los pequeños placeres que te ofrece. Un rincón donde poder disfrutar de largas conversaciones con amigos, escuchar música o simplemente relajarte después de una larga jornada de trabajo.