Lo primero es averiguar de dónde viene esa humedad. La pared puede estar manchada por una pequeña fuga del baño colindante o por otras causas. Si no se repara, por mucho que lo limpies, la mancha volverá a parecer. Del mismo modo, si tu ropa aparece en muchas ocasiones manchada de humedad puede ser porque la guardas en el armario cuando todavía está mojada. Evítalo o no solucionarás el problema.
Cuando tengas asegurada la solución del problema es el momento de ponerse manos a la obra para limpiar los daños ocasionados por esa humedad. Hay varios remedios caseros que pueden servirte y que evitarán que, si no lo solucionas pueda aparecer el moho, que es un problema más grave.
Para las paredes puedes utilizar productos como el vinagre blanco de limpieza o agua oxigenada. Sobre todo, si son manchas pequeñas y recientes. Lo único que hay que hacer es pulverizar sobre la superficie dañada una mezcla del producto con agua, a partes iguales, y dejarlo actuar unos 30 minutos. Después retirarlo con una bayeta húmeda y ya está. Dejarlo secar.
De igual modo lo puedes hacer con un poco de bicarbonato en una esponja humedecida, dejarlo actuar durante unos quince minutos y retirarlo.
Para manchas más difíciles, puedes probar con lejía o con amoniaco. Eso sí, con estos productos es bueno que ventiles la estancia mientras los utilices porque pueden resultar tóxicos. Y si es posible, incluso ponerte una mascarilla mientras los manipulas. Pero el método es el mismo. Pulveriza sobre la superficie, deja actuar y pásale una bayeta húmeda para retirar el producto.
Cuando se seque la pared, comprueba el resultado y repítelo tantas veces haga falta. Pasados unos días, es hora de volver a pintar la pared. En el mercado existen pinturas antihumedad que son muy efectivas para aquellos lugares propensos a la aparición de manchas de humedad.
El sistema para eliminar las manchas en ropa y textiles es más o menos el mismo. Solo has de tener en cuenta que se trata de una superficie más delicada y, si no tienes cuidado, puedes estropearla. Pero los productos a utilizar son los mismos. Bien sea vinagre blanco, agua oxigenada, bicarbonato, lejía o amoniaco. En el caso de estos dos últimos, son muy efectivos para la ropa blanca, pero cuidado con el color.
Aplícalos rebajados en agua sobre las manchas de las prendas, déjalos actuar durante unos minutos y después lavar la ropa de la forma habitual, a mano o en la lavadora. A poder ser con agua caliente para eliminar por completo las posibles trazas de moho. Después es aconsejable tender las prendas al sol, ya que los rayos solares son muy buenos para eliminar la humedad y evitan el posible moho, al tiempo que son un buen blanqueador. En el caso de la ropa de color, tiéndela del revés para evitar desteñidos.
Si la humedad se ha cebado con tus cortinas, por estar en contacto con la pared perjudicada, con el sofá o con alguna alfombra, las opciones son las mismas que las aplicadas en la eliminación de las manchas en nuestra ropa. Si puedes lavarlas en la lavadora o a mano, perfecto. Si no, aplica el producto del mismo modo que los has hecho en las paredes y elimínalo con un trapo húmedo para eliminarlo completamente.
Dirás adiós a las horribles manchas de humedad y a sus malos olores de un pis pas. De forma fácil y sencilla, con unos productos que fácilmente tienes en casa para limpiar.