Puedes revestir la pared del dormitorio de muchas maneras. Quizás la madera es lo primero que se te viene a la cabeza, por aquello de que es un elemento que aporta calidez al instante, pero no es el único material con el que puedes revestir la pared.
Puedes optar también por un papel pintado que aporte textura o color a la estancia. E incluso puedes revestir la pared con algún textil, con molduras, con piedra natural o con baldosas.
La elección de un material u otro dependerá del estilo que le quieras dar a la decoración. Pero con cualquiera de ellos conseguirás darle a tu dormitorio un plus de diseño.
Los revestimientos, además de atraer todas las miradas hacia la pared en la que se encuentran, son un gran aislante. No solo del calor y el frío del exterior, sino también de los ruidos de los vecinos. Algo fundamental si quieres descansar como te mereces. Dependiendo del grosor del revestimiento conseguirás un mayor o menor efecto aislante.
Si solo eliges una de las paredes para incorporar algún tipo de revestimiento, conseguirás atraer todas las miradas hacia allí. Ya sea un papel pintado estampado o con motivos geométricos, un revestimiento de madera o una pared con molduras, será el punto focal de la habitación, sí o sí.
Puedes conseguir que tu dormitorio se convierta en un loft neoyorkino, revistiendo la pared del cabecero de ladrillos. Tan solo incorpora un cabecero metálico en negro y unas mesillas de estilo industrial, y creerás estar en un piso de Manhattan.
También puedes conseguir un aire más rústico incorporando piedra natural a la pared. Aunque la pintes de blanco, conseguirás una textura que es difícil de conseguir con otros materiales.
Si hablamos de textura, también es fácil conseguirla con unas baldosas de relieve. No creas que solo son para el baño o la cocina. Reviste la pared principal de tu dormitorio con baldosas de formas geométricas y conseguirás atraer hacia allí todas las miradas. Las formas bolt son tendencias esta temporada, así que imagínate una pared repleta de círculos. Será impactante y sofisticada a partes iguales.
Otra forma muy original de utilizar el revestimiento es hacerlo servir de cabecero de la cama. Tan solo debes añadir el revestimiento, ya sea de madera, de papel pintado, de molduras o textil, en la zona de la pared en la que se encuentra la cama. Et voilà, tendrás un cabecero llamativo y especial.
Si son listones de madera, haz que lleguen hasta el techo. Si son molduras, enmarca la cama con ellas. Puedes crear cosas increíbles.
También puedes conseguir que la cama quede enmarcada por la ausencia de revestimiento, precisamente en esa zona de la pared. Incorpora por ejemplo listones de madera a ambos lados de la cama, para delimitar la zona de las mesillas de noche, y deja libre la zona del cabecero. No lo necesitas. El efecto ya lo tienes.
Puedes hacer lo mismo con piedra natural o con papel pintado. Deja volar tu imaginación y usa el revestimiento como te plazca. A veces, las ideas más alocadas pueden resultar las más maravillosas.
El revestimiento más sencillo de colocar es el papel pintado. Así que no tengas miedo de utilizarlo. Con él puedes conseguir delimitar espacios diferentes que se encuentran dentro del dormitorio. Por ejemplo, enmarcar la zona del tocador con un papel de estampado floral, mientras que la zona de descanso está pintada de un tono similar.
El revestimiento de madera es uno de los más versátiles y, de una forma u otra, siempre ha estado de moda. Quizás ahora se opta más por los listones de madera. Son modernos y son capaces de convertir espacios aburridos, en diseños de revista.
Son otra buena solución para delimitar zonas, al tiempo que les aporta un plus de calidez. Por ejemplo, si en tu dormitorio también tienes un escritorio, puedes resaltarlo incorporando listones únicamente en esa zona, diferenciándolo del resto de la estancia. Quien dice escritorio, dice tocar o dice zona de lectura.
Si en tu dormitorio cuentas con muchas puertas, porque tienes la suerte de tener un baño en suite y un vestidor, puedes esconder alguna de ellas prolongando el revestimiento por la propia puerta. De manera que quede escondida. Una pared de listones de madera puede quedar genial, por ejemplo. Moderna, cálida y espectacular.