Si no te apetece una reforma integral, sí con alguna cosilla que te recuerde ese ambiente que has vivido estos días, que te haga sentir como si estuvieras de vacaciones cada día. Ahí van 10 propósitos de decoración para la vuelta.
Si quieres un cambio totalmente radical, ponte en manos de profesionales. Pero, si no quieres dejarte todos tus ahorros en ello, apuesta por el diseño de interiores online de Livitum. Ofrecen diferentes packs que se ajustan a tu presupuesto y a tus necesidades. Es fácil y sencillo.
Primero de todo deberás hacer un test de estilo para que los profesionales sepan tus gustos. Muestra la habitación que quieres decorar y los expertos de Livitum empezarán a trabajar en ese espacio. Durante todo el tiempo que dure el proceso, podrás estar en contacto con ellos para ir perfilando el diseño. Cuando terminen, te proporcionarán el diseño en 3D para que puedas visualizarlo. Si no te convence, puedes realizar cambios. Además, en Livitum también te ofrecen una shopping list con todos los elementos del proyecto. Puedes comprarlos en tan solo un click y conseguir grandes ventajas. Sin duda, una muy buena opción.
A la vuelta de vacaciones seguramente te encontrarás las plantas hechas polvo. Es normal. A no ser que tengas un amable vecino que se encargue de ellas durante tu ausencia, se secarán y morirán. Así que, a la vuelta, es bueno mimarlas un poquito. Arregla las que se puedan salvar y sustituye las que ya no tengan remedio.
La vuelta de vacaciones es un momento de reinicio. Es como un año nuevo que se inicia a la vuelta del trabajo. Así que aprovecha para hacer balance y empieza de nuevo. Eso significa, ordenar tus cosas y deshacerte de todo aquello que ya no necesitas. Compra cajas y cestas para guardar tus cosas con cierto orden. Recuerda que el desorden no es bueno, ni visualmente, ni para tu día a día.
Por aquello de empezar la nueva temporada, aprovecha para conocer cuáles son las tendencias decorativas del momento y aplicarlas en tu hogar. No hace falta que te vuelvas loco. A lo mejor un cojín aquí, una mesa de centro nueva allá o un juego de cama del color del momento, puede ser suficiente para darle un nuevo aire a tu hogar.
Aunque al verano todavía le falta algunos días para terminar, es bueno que, si decides comprar nuevos elementos decorativos, pienses en la nueva temporada que pronto llegará. Olvídate de los textiles de verano y empieza a pensar en los de otoño. Ese plaid para el sofá, una nueva funda nórdica o esas cortinas más tupidas que te abrigarán del frío.
El cole está a punto de empezar, así que piensa en la zona de estudio de tus hijos. Una buena mesa, una buena iluminación y una cómoda silla son imprescindibles para que tus pequeños estén cómodos a la hora de hacer los deberes.
Siempre es mejor que sea en su habitación, pero si no hay espacio, procura habilitar un espacio para ellos en otro punto de la casa.
Tantos días fuera de casa te hacen verla con otros ojos a la vuelta. Entonces, es cuando te das cuenta del desconchón de la pared, de la puerta del baño que no cierra y de ese cajón que no encaja.
Tú te has renovado del estrés del trabajo unos días, así que tu casa también se merece una renovación. Arregla los desperfectos. A veces son solo tonterías que te llevarán poco tiempo. Dale una mano de pintura, cambia el papel de pared o sustituye los cojines del sofá por otros de estampado más moderno.
Si lo que necesita son más que pequeñas reformas, a por ello. La vuelta de vacaciones es un buen momento para liarse a reformar el baño y la cocina. Tus niveles de estrés están más bajos y te será más fácil soportar unas obras de tal envergadura.
Del mismo modo, es un buen momento para sustituir el suelo de casa o pulir el existente. Pronto llegará el mal tiempo y te quedarás más tiempo en casa. Así que aprovecha ahora para hacer reformas, para tener tu hogar listo en cuanto empiece a refrescar y pases los fines de semana viendo series desde el sofá.
Tras varias semanas la casa cerrada, es un buen momento para hacer una limpieza a fondo. Aprovecha para hacer limpieza de cosas que ya no usas y deja como los chorros del oro aquellos espacios a los que normalmente no le prestas tanta atención, como la parte superior de los armarios, la limpieza a fondo de la cocina o los cristales de toda la casa.