En un primer vistazo se sabrá si eres ordenado y limpio. Pero más allá de lo obvio, los colores que visten tu casa, la elección de los muebles e incluso los detalles más pequeños indicarán cómo eres. El sexo, la edad, la educación y la situación económica influyen en el aspecto de tu hogar, pero es tu carácter y tu personalidad lo que determinan el resultado final.
De eso versa la psicología del interiorismo. Y aunque no es una ciencia exacta, cada estilo decorativo va asociado a un tipo de personalidad. Cada pequeño detalle mostrará algún aspecto de ti que, incluso tú, no sabías. Así, por ejemplo, si eres una persona sociable, reservarás las mejores zonas de tu casa para las visitas. Si eres introvertido tendrás menos objetos personales y recuerdos a la vista, que guardarás para ti. Mientras que si eres inseguro, posiblemente jugarás con la simetría de los objetos porque eso te da la tranquilidad y la confianza que te falta.
Nuestra forma de ser está reflejada en nuestro entorno. Al fin y al cabo, lo que buscamos en un hogar es que éste nos sirva de refugio. Por eso, escojamos el estilo que escojamos, el resultado debe ser acogedor.
Si la decoración de tu casa tiene tendencia a ser minimalista, con paredes y muebles blancos y muy poca ornamentación, posiblemente es porque seas una persona inocente, segura de sí misma, ordenada y positiva.
Los estilos más exóticos, con muebles coloniales de madera tropical, grandes estampados en los tejidos y objetos tribales, delatarán que eres una persona viajeras o aventureras. Mientras que si eres un soñador mostrarás un estilo mucho más romántico y clásico, con muebles rústicos, colores pasteles en las paredes y estampados florales en los tejidos.
Si lo tuyo es la practicidad, tu casa tendrá un aire nórdico. Con muebles simples, de líneas rectas, con estampados geométricos y algún objeto de diseño que le dará un contrapunto a tanta simplicidad.
Si por el contrario, eres atrevido con un punto bohemio, tu casa será ecléctica, con mucho color, muebles de estilo vintage o comprados en mercadillos, con muchos cojines, alfombras y, por qué, no con algún objeto realizado por ti mismo que exteriorice el artista que llevas dentro.
Los colores usados y los estampados elegidos para el papel pintado o la tapicería también desvelarán cómo eres y cómo te encuentras. Son uno de los elementos que más influye en el estado de ánimo, al igual que la iluminación. A grandes rasgos, una casa colorida indica que eres alegre, los tonos azulados y malvas que eres un soñador, mientras que los colores cálidos se asocian a personas amables y extrovertidas.
Igual ocurre con los estampados. Si la discreción es tu máxima, tu casa tendrá estampados muy sutiles. Mientras que si prefieres los colores brillantes y los motivos contundentes estarás mostrando tu personalidad expansiva. Si eres un obseso del orden, te decantarás por estampados geométricos. Mientras que, si optas por dibujos de animales, vegetales o formas abstractas, determinarán que eres un espíritu libre al que le gustan los retos.
Otros objetos y elementos decorativos también delatan tu personalidad. Como esa librería que indica que te gusta leer, que eres culto y puedes resultar interesante por tus conocimientos. Ese ramo de flores y la abundancia de plantas en cada una de las estancias avisa a los visitantes tu amor por la naturaleza. Y, ¿qué me dices de todos los elementos tecnológicos de tu hogar? Dicen a gritos que estás al día de las últimas novedades y te gusta la innovación.
Los muebles, los cuadros o las paredes no hablan, pero dicen mucho sobre ti. Nos cuentan cómo eres, cómo te sientes y cómo quieres ser visto. Tenlo en cuenta la próxima vez que decores tu hogar. Tus secretos pueden ser desvelados sin que te des cuenta.