En el exterior, hay unas cuantas flores de temporada que llenará de color tu terraza o jardín. Ahora en verano, es tiempo de petunias, de geranios, de hibiscus, de claveles, begonias y alegría. Y, porqué no, también puedes optar por los girasoles. A ellos les encanta el sol, son unas flores muy llamativas y puedes comer sus frutos. ¿O es que no te gustan las pipas?
También puedes optar por plantas que son útiles, sobre todo en verano. Como en el caso de la citronela. Resiste muy bien el sol y desprende un aroma que ahuyenta a los mosquitos.
Pero más allá del jardín o la terraza, también hay otras plantas que puedes incorporar en el interior de tu hogar y que ayudan a refrescar el ambiente. Algunas incluso purifican el aire y absorben la humedad. No estamos hablando de que las plantas hagan milagros y puedas prescindir del aire acondicionado, pero sí que su presencia ayuda a bajar algún gradito la temperatura.
Tal es el caso de la areca, una popular palmera que, además de decorar y aportar ese toque de color que necesitas en tu hogar, ayuda a reducir la temperatura de las estancias en las que se encuentra. Absorbe el aire caliente y controla la humedad. Además, le gusta el sol, aunque no directamente. Es mejor ponerla en un rincón con semisombra. Eso sí, deberás regarla con frecuencia, ya que al ser una especie tropical, le gusta el agua.
Otra gran aliada para refrescar el ambiente es una gran conocida por todo el mundo, el ficus. Necesita algunos cuidados. Vamos, que debes mimarla un poquito. Pero siempre decora de maravilla cualquier rincón en la que esté. Esta planta ayuda a llenar de oxígeno tus estancias, consiguiendo así reducir la temperatura y las toxinas del aire. También le gusta el sol, aunque como a la areca, no directo. Y también como a su compañera, le gusta el agua. En verano, al menos deberás regarla dos veces por semana. Si de vez en cuando también le pulverizas un poquito de agua en sus hojas, también te lo agradecerá.
Pero si buscas una planta que sea tan efectiva como las anteriores, y que además no necesita de tantos cuidados, por aquello de que lo tuyo no son las plantas, la sansevieria, o más conocida como lengua de suegra, debe ser tu planta elegida. Sobrevivirá aunque te olvides de ella, pero ella seguirá haciendo su función. Por un lado, decorar y aportar ese puntito de naturaleza al interior de tu hogar, y por otro, refrescar, humidificar y limpiar el aire. Le gusta el sol, pero es tan versátil que se adapta a los rincones más oscuros. Una auténtica maravilla para los negados de la jardinería.
Otra planta que no necesita de muchos cuidados y que es decorativamente muy versátil, es el poto. Lo puedes colocar allá donde quieras. Ya sea en una maceta colgante o apoyado en una estaría. Siempre queda bien y no necesitas que estés mucho por él. Tampoco necesita mucho sol, ni mucha agua. Un riego moderado. Eso sí, a cambio, esta planta es una gran aliada para purificar el aire. Algo que en verano, se agradece.
Y, por último, una planta que luce igual de bonita, tanto en el exterior, como en el interior, es la cinta o malamadre. También es perfecta para los jardineros más pésimos y destaca por su capacidad para reducir la humedad. De ahí que es buena idea colocarla en los baños y cocinas. Además es una gran purificadora de aire, ya que es capaz de absorber hasta un 95% de monóxido de carbono del ambiente.
