¿Tienes un lugar preparado para meditar, realizar yoga o ejercicio? Cuando hablamos del hogar -y más si este también es nuestro espacio de trabajo- es importante que pensemos en un rincón especial para realizar estas prácticas.
Selecciona un lugar de tu casa que puedas adaptar fácilmente. Es necesario que sea un rincón tranquilo en el que sepamos que tendremos momentos de intimidad y no seremos interrumpidas. Puede ser el despacho, una esquina de tu habitación o algún cuarto que cumpla otra función pero que te permita conectar contigo.
El Mindfulness es sinónimo de armonía, tranquilidad, profundidad, observación y conexión. Sabiendo esto, puedes hacer una lista de objetos, imágenes, texturas y elementos que te acerquen a estas sensaciones y te ayuden a armar tu espacio.
No hace falta que sea un sitio con muchos metros cuadrados porque lo más importante será que puedas relajarte sin grandes movimientos.
Lo primero que debes tener en cuenta cuando comiences a preparar tu espacio es que debe ser un sitio que se mantenga limpio con facilidad. Incorpora una alfombra o una esterilla de yoga en el que puedas sentarte y estirar tu cuerpo, cojines de textiles suaves y colores pasteles que te ayuden a concentrar la relajación.
La paleta de colores es importante en todo lo que te rodee en ese momento. Puedes elegir cuadros que combinen con los tonos elegidos y que tengan fotografías, dibujos e ilustraciones que te acerquen a la naturaleza. ¿Qué prefieres, playa o montaña? Busca fotos de aquel viaje o lugar preferido y sumalas a este espacio.
Debes tener en cuenta que el Mindfulness nos ayuda a conectarnos con lo que estamos viviendo en el momento. Si se trata de un espacio de trabajo puedes hacer un pequeño rincón en tu oficina que te permita realizar esta práctica diez minutos al día.
Escoger un sofá, silla o sillón cómodo hará que el rincón se vea mucho mejor y tenga mayor funcionalidad. Puedes elegir sillas colgantes tejidas en macramé en el recoveco con mayor luz de tu espacio de trabajo y sumar plantas o libros que te ayuden a desconectar y relajarte.
El Mindfulness es una práctica que no solo se realiza en un espacio fijo determinado. Podemos aplicar nuestra atención plena a los diferentes momentos de nuestro día y conectar con las actividades que realizamos de la manera más consciente posible como cuando leemos un libro o limpiamos la casa.
Pero en el caso de quienes trabajan en casa, aplicar toda la atención únicamente a la actividad laboral puede ser muy estresante. Esta práctica busca gestionar mejor las cargas para aumentar la concentración, es por ello que antes de comenzar tu día de trabajo debes tener en cuenta lo siguiente:
- La silla en la que trabajes debe ser cómoda.
- Analiza cómo te sientes hoy.
- Prioriza tus tareas y pendientes.
- Ponte metas reales.
- Hidrátate y tomate minutos de descanso entre tareas.
Tu espacio laboral debe ser un rincón en el que no se mezclen otras tareas de la casa. Colocar un escritorio pensando en las funcionalidades que necesitarás no es tarea fácil. Busca decorarlo como mejor te represente y ten siempre cerca aquellos elementos que te permitan trabajar la concentración al máximo.
Por último, no te olvides de los aromas. Son otro punto clave dentro de esta práctica y tu hogar y tu espacio de trabajo te agradecerán tener aromas frescos, suaves y que te ayuden a conseguir la relajación al máximo.
