Todas estas actividades necesitan de un cierto equipamiento (menaje, asientos y textiles, herramientas, etc.) que requieren un sitio en el que guardarlas cuando no se usan. Echa un vistazo a las líneas que siguen porque vamos a repasar algunos de los tipos de almacenaje de exteriores que puedes encontrar en el mercado.
Planifica el diseño del espacio exterior con los mismos criterios que utilizarías si se tratase de una estancia interior. Fíjate en la forma y medidas del espacio del que dispones para almacenar y, antes de comprar ningún mueble, presta atención a qué es lo que necesitas guardar y qué volúmen prevees que ocupará.
Para que tengas una referencia, en los exteriores es posible que necesites guardar alguna de estas cosas:
asientos y textiles de exterior: sillas plegables, cojines, toldo para pérgolas, toallas para la piscina…
jardinería: abonos y sustratos, herramientas y/o maquinaria (cortacésped, motosierras, desbrozadoras, etc.)
kits de limpieza y mantenimiento: para piscinas (recogehojas, limpiafondos, dispensador de cloro…) y para el mobiliario (aceites, barnices, pinturas…)
barbacoa y sus accesorios
juguetes
Asientos y auxiliares con almacenaje. En madera, de resina o de fibras naturales: en el mercado hay una gran variedad de asientos para exteriores (bancos, sofás, pufs…) con espacio de almacenaje. Tener un mueble con esta doble función, además de ser súper práctico, es una fantástica opción para balcones o terrazas pequeñas: ¡se trata de un 2x1 en toda regla! En cualquiera de los casos, el mejor lugar para guardar los cojines es bajo el propio asiento: seguro que los encontrarás con facilidad cuando vuelva el buen tiempo.
Armarios. Los más versátiles son los modulares y con baldas regulables, ya que te permiten adaptar el interior a la medida de los objetos que tienes que guardar y ampliarlo en caso de que necesites más espacio de almacenaje en el futuro.
Si la mayoría de las cosas que tienes son objetos pequeños, puedes optar por un armario de hasta 1 metro de altura y aprovechar el resto de la pared en que esté apoyado para colocar algún objeto deco: puedes colgar unas macetas de pared o una guirnalda de luz con la que crear una atmósfera íntima para las noches de verano.
Arcones. La diferencia entre un arcón y un armario no es otra que la disposición del mueble (vertical la del armario y horizontal la del arcón) y el sistema de apertura. Generalmente, el arcón cuenta con una puerta abatible superior y una o dos puertas en la parte frontal que, además de permitirte ver el interior por completo, te facilitan la tarea de meter y sacar las cosas.
¡Por cierto! Ten en cuenta que la capacidad de los arcones se mide en litros y ¡los hay de hasta más de 2000!
Estanterías: Son una muy buena opción para un balconcito en el que necesites poco almacenaje y un punto de apoyo. Además de guardar algunos objetos pequeños, puedes usarla para colocar algunas plantas, unas velitas y dar calidez al balcón. Lo único a tener en cuenta en este caso, además del espacio disponible, es el peso que pueden soportar las baldas para no sobrecargarlas.
Casetas y cobertizos. Si tienes un rinconcito en el jardín de, al menos, 5m2, puedes permitirte el súper lujo de colocar una caseta: será como tener una habitación más en casa. Son la opción perfecta para guardar objetos voluminosos (maquinaría de jardín, maceteros de gran tamaño, ¡incluso bicicletas!). Algunos modelos tienen ventanas y permiten la entrada de luz natural, por lo que si te sobra espacio una vez hayas guardado todas tus cosas, puedes reservar un rinconcito y crear un cuarto de juegos para los peques o un espacio para disfrutar de tus hobbies.
Madera. Las maderas más recomendables son las de origen tropical, como la teca o el iroko. Puedes dejar la madera con su aspecto natural o pintarla. En cualquier caso, ten en cuenta que para su conservación es necesario un mantenimiento anual. El más recomendable es a base de lasur, un producto que protege la madera sin tratar aislándola de la humedad.
Acero. El acero es un material impermeable, ignífugo y anticorrosivo, apto para exteriores húmedos y en los que se den cambios bruscos de temperatura. Como ves es muy muy resistente y el único mantenimiento que requiere es la aplicación periódica de una capa de pintura antioxidante.
Resina. Se trata de un un material sintético, que no cambia de color por la exposición al sol y que, además, no requiere mantenimiento.
