Las 5 combinaciones de colores más seguras

La elección de los colores que introducimos en casa es una decisión que va más allá de una cuestión estética. Y es que, como sabes, tienen la capacidad de evocar momentos, recordarnos lugares o despertar emociones. En casa, el color predominante -o, por contra, el hecho de que ninguno destaque- nos genera sensaciones muy dispares: serenidad, confort, frialdad, calidez, frescura…
Publicado por Margarida Muñoz · 28 de mayo de 2023
Las 5 combinaciones de colores más seguras

Es importante que antes de definir el esquema de color -qué colores vas a usar y cómo los vas a combinar- te preguntes, estancia por estancia, que atmósfera quieres crear. Por ejemplo, en la sala de estar o en el dormitorio tiene mucho más sentido que recurras a colores y/o tonalidades que inviten a la desconexión, la relajación o el descanso; mientras que en un cuarto de juegos para los peques puede ser interesante recurrir a colores más vivos que estimulen su creatividad y les haga sentir enérgicos y vitales. Párate un momentito y pienso en ello.

En el mundo del color para interiores no hay reglas escritas. Sin embargo, la experiencia nos dice que hay algunas combinaciones que siempre funcionan. Si es la primera vez que te enfrentas a este reto y necesitas sentirte segura, te explicamos cinco de ellas para que puedas utilizarlas como punto de partida.

1. Esquema monocromático: el total white es el rey

¿Empezamos desmontando tópicos? ¡Un espacio monocromático no tiene por qué ser aburrido!  De hecho, al aplicar los diferentes tonos de un mismo color a varias texturas - de las paredes, del mobiliario, de los textiles, de los objetos deco…- conseguimos construir espacios muy dinámicos y atmósferas muy diversas. Esto último dependerá de qué tonos apliques en mayor cantidad: si buscas crear un ambiente sereno que invite al relax, prioriza las tonalidades claras. Si, por el contrario, buscas un espacio que desprenda energía, potencia los tonos más intensos.

¡Por cierto! De entre los esquemas creados a partir del uso de distintas variantes de un único color, el total white es el rey indiscutible: con él se consiguen atmósferas limpias y de absoluta armonía y serenidad.

2. Base neutra + color(es) de acento

Una combinación con la que nunca vas a equivocarte es aquella creada a partir de una base neutra (en cualquier tonalidad de blanco, beig, gris, greige…) con la que vestir los espacios en general (paredes, muebles principales, alfombras de gran formato…) y sumarle una nota de color en los detalles: un mueblecito auxiliar, los cojines del sofá, las cortinas, los maceteros, los cuadros…

Esta opción tiene dos súper ventajas. La primera es que, si te ciñes a los detalles, puedes introducir tantos colores como quieras y saltarte la famosa norma del tres.  La segunda es que, al tratarse de accesorios pequeños, podrás sustituirlos fácilmente por otros si un día te cansas y te apetece redecorar de nuevo.

3. Donde caben dos, ¿caben tres?

Y, hablando de números… ¿Has oído aquello de que, en cuanto a colores, tres es el máximo permitido en decoración?  Pues bien, la respuesta es: depende. La fórmula de los tres tonos funciona a la perfección en estancias amplias, como el salón. Sin embargo, en pisos pequeños o en las estancias de tamaño más reducido -el baño, un pequeño despacho o una habitación individual- lo más acertado es jugar con una paleta de color más reducida (como las que te proponemos en los puntos 1 y 2).

4. Los opuestos se atraen

¡Nos ponemos técnicas! Saca la famosa rueda cromática y toma nota de cómo crear parejas que, aunque parezca que no van a entenderse, ¡al final siempre funcionan! La fórmula es muy sencilla: consiste en escoger un color principal y combinarlo con aquel que esté en el lado opuesto del círculo. El resultado es la combinación del verde con el rojo, el azul con el naranja o el amarillo con el morado: a esto se le llama equema de colores complementarios.

Jugando con la extensa gama de tonalidades de cada color, puedes conseguir diferentes efectos aplicando este mismo esquema. Por ejemplo, rebajando el tono del rojo y el verde, puedes conseguir una combinación de un verde menta + un rosa palo: de esta forma, al rebajar la intensidad, consigues un ambiente más moderado.

5. Color + matices en negro

Dicen que el negro es sinónimo de elegancia y saber estar. En interiores, es un color con mucha potencia y que, sobre todo en espacios pequeños, debe usarse con moderación. La fórmula más adecuada sería utilizar cualquiera de los esquemas de color de los que hemos hablado pero añadiendo en cada estancia un matiz de negro: en una lámpara de pie, un macetero, el marco del espejo, los tiradores de los armarios…  Usándolo de esta forma no recargarás el ambiente y, además, crearás un nexo de unión entre todas las estancias de la vivienda.

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