El lugar más indicado para reunirse todos es el salón. Suele ser una de las estancias más grandes de la casa y, por tanto, perfecta para albergar las reuniones. El truco está en crear ambientes que tengan diferentes funciones. Que sirvan, tanto para reunirse todos a ver las series preferidas, como para que los adultos lean y los niños jueguen a la Play.
A priori, puedes pensar que reunir todas esas actividades en un solo lugar puede resultar un caos y tu salón convertirse en un campo de batalla, repleto de juguetes. Sin embargo, si lo decoras adecuadamente, puede resultar el lugar perfecto donde reencontrarse la familia tras un ajetreado día. Un espacio acogedor y confortable.
Para crear estos espacios multifuncionales lo mejor es utilizar muebles versátiles que tengan diferentes funciones. Aquellas que mejor se adapten a tu ritmo de vida.
Opta por muebles que se puedan mover fácilmente. Con ruedas o ligeros. De esta forma cuando necesites más espacios para que los niños puedan jugar, los podrás apartar. Armarios en los que puedas guardar todos los trastos de tus hijos, sin que quede rastro de ellos cuando no los usen. O esos que, al abrir una puerta, esconde tras de sí una pequeña mesa, que puede convertirse en tu mejor oficina.
Apuesta por sofás en los que pueda sentarse toda la familia. Y, si no es posible, por falta de espacio, intenta tener otras opciones, tipo sillas o pufs, en los que todos los miembros puedan acomodarse. Llénalos de cojines. Son la opción perfecta para tumbarse en el suelo si la falta de espacio es apremiante.
Para los niños más pequeños, piensa en poner una gran alfombra. Lo de llevar zapatillas no va con ellos y tumbarse en el suelo es lo más habitual.
Es importante que los aparatos eléctricos y los cables estén a buen recaudo si tu salón se convierte habitualmente en una sala de juegos. Es mejor que los guardes en un armario y los saques solo cuando quieras usarlo. La seguridad, ante todo.
Si tienes el comedor cerca, es un buen lugar para las tardes de juegos de mesa. Si no, coloca una pequeña mesa plegable en un rincón del salón o una de esas mesitas de centro que, al abrirse, se convierten en una auténtica mesa de comedor.
Si tienes la suerte de contar con una amplia terraza o mejor un enorme jardín que dé al salón, coloca puertas acristaladas que puedan abrirse totalmente. Duplicarás el espacio, creando un ambiente interior-exterior perfecto para disfrutar en verano.
Pero no solo el salón puede convertirse en un espacio para disfrutar en familia. La cocina es otro centro neurálgico en el estar todos juntos. Siempre que ésta sea lo suficientemente grande para albergarlos a todos.
Piensa en poner una mesa, colgada de la pared o plegable, para que no ocupe mucho espacio. Es el lugar perfecto para que los niños almuercen y merienden sin tener que ocupar el comedor. Además, esta mesa puede hacer las veces de despacho improvisado para que hagan sus deberes mientras tú preparas la cena.
Y, por último, piensa en colocar una gran cama en el dormitorio. Se puede convertir en el mejor cine si, frente a ella, colocas una gran pantalla para ver las pelis preferidas en familia.