Siendo así, desenredar y ordenar los cables se convierte en un pequeño gesto con un enorme potencial: contribuirá -¡y mucho!- a ver los espacios más despejados y eso te ayudará a conseguir un ambiente más sereno. No es ninguna tontería, ¿verdad? Te damos algunos consejos para reordenar y esconder los cables sin obras.
Como sabes, en el mundo del orden y la organización de los espacios siempre existe un paso previo: deshacerte de todo aquello que ya no usas. Muy probablemente conservas en casa algunos cables que no recuerdas para qué son o que ya no necesitas -el cargador de tu antiguo móvil o de una tableta que ya no tienes, por ejemplo. Si es así, llévalos a un punto limpio.
Luego mira a tu alrededor y pregúntate si estás utilizando todos los aparatos que tienes siempre conectados: ¿hay algún dispositivo que utilices puntualmente y que, por tanto, puedas desconectar y guardar el cable? Si la respuesta es sí, ¡sácalo de la vista!
Limita el uso que haces de las canaletas para agrupar y ocultar los cables a la zona de los rodapiés.
Aún cuando las pintamos del mismo color que las paredes, las canaletas colocadas en la pared -por ejemplo, desde la TV colgada hasta el enchufe- son visibles y no quedan bonitas.
Desenreda la maraña de cables, reagrúpalos según su uso y luego organízalos para mantenerlos en orden. En el mercado hay un montón de accesorios, pero te bastará con:
Fundas flexibles y guías pasacables: te permiten agrupar todos los cables en uno solo y llevarlos hasta su lugar.
Clips adhesivos: sirven para fijar los cables en un punto concreto -en el borde de la mesa de trabajo, por ejemplo- y que no cuelguen hasta el suelo. Son súper prácticos porque te permiten tener los enchufes que necesitas siempre a mano y mantenerlos en su lugar y sin enredarse cuando no los utilizas.
Cajas organizadoras para ocultar las regletas: estas cajas para guardar cargadores cuentan con una ranura lateral por la que puedes sacar el cable cuando tengas que enchufarlo a la corriente manteniendo el cargador oculto. Este accesorio, además de práctico, es decorativo: puedes dejar la caja sobre el escritorio o sobre el mueble TV junto con el resto de cajas que utilices para el pequeño almacenaje y pasará totalmente desapercibida.
… ¡únete a él! ¿Cómo? ¡Pues decorándolo! Hazte con un pack de bolitas de madera o un ovillo de cuerda de yute y cúbrelo. Es un recurso que puedes utilizar con aquellos cables que no pueden ocultarse de forma alguna como, por ejemplo, el de las lámparas suspendidas. Se trata de un DiY muy muy sencillo con el que romperás por completo la estética del cable y conseguirás integrarlo en la decoración de tu casa con un toque de estilo muy de tendencia.
¡Por cierto! ¿Has oído hablar del cable drawing? Consiste en crear dibujos en la pared con los cables sujetándolos con grapas. El skyline de tu ciudad preferida, el perfil de una chimenea, formas geométricas… ¡pon tu imaginación a trabajar!
¿Y si reunes todos los cargadores y cables que solo utilizas puntualmente en un cestito de mimbre? Colócalo en un rincón cerca de los enchufes que suelas utilizar con más frecuencia y acostúmbrate a dejarlos siempre en este mismo lugar: además de introducir un elemento deco que aporta calidez y que va bien con cualquier estilo, te ayudará a ahorrar el tiempo -¡y la energía!- que consumes buscando por aquí y por allá ese cargador que has olvidado donde lo dejaste la última vez.