Hay varias formas de aromatizar tu hogar con fragancias hechas por ti. Son fórmulas sencillas, realizadas con productos fáciles de encontrar en tu día a día. Y, además de resultar mucho más económico que comprar algún ambientador químico existente en el mercado, te sentirás realizado al elaborar tú mismo el aroma que desprenderá, a partir de ahora, tu casa.
La elección del aroma depende de ti, pero hay ciertos ingredientes que son más duraderos que otros, más intensos, más relajantes o más frescos. Así por ejemplo, los cítricos son buenos para la elaboración de una fragancia, porque son particularmente olorosos y tienen una mayor capacidad de permanencia en el agua perfumada.
Pero también puedes decantarte por hierbas aromáticas, como el tomillo o el romero; por ramitas de cedro o pino, que también son muy olorosos; por especies de olor potente como la canela o extractos de menta o vainilla.
Una de las formas de hacer un ambientador casero es añadir los ingredientes elegidos en un cazo o bol, cubrirlos con agua y situar el recipiente sobre una fuente de calor. Bien sea una estufa o una vela, por ejemplo. En poco tiempo, el ambiente se llenará de un aroma embriagador, de forma rápida y sencilla. No olvides ir añadiendo agua de vez en cuando para suplir la que va evaporando.
También puedes hacer un spray ambientador casero con agua destilada, alcohol y aceites esenciales. Es fácil. Para hacer 100 ml., tan solo debes verter 70 ml de agua destilada y 30 ml de alcohol en un frasco de cristal que tenga pulverizador. Añadirle 20 o 30 gotas de aceites esenciales, según la intensidad que quieras conseguir. Tapar la botella y agitar vigorosamente la mezcla antes de pulverizar. Una acción que deberás repetir cada vez que quieras usarlo.
Es una buena idea que, de vez en cuando, pulverizes tu fantástica composición sobre los textiles de tu casa. Sobre cortinas, ropa de cama, alfombras… para que éstas recojan el perfume y el buen olor impregna la estancia. Procura hacerlo desde una distancia mínima de un metro, para evitar posibles manchas.
Si prefieres un ambientador que no tengas que pulverizar, puedes conseguir una fragancia casera con bicarbonato de sodio y aceites esenciales. Necesitarás un tarro de cristal con tapa metálica, a la que le harás unos cuantos agujeros para que pueda salir el aroma. Llena medio tarro con el bicarbonato de sodio y añádele unas 8 gotas de aceites esenciales. El que prefieras. Et voilà, tendrás un ambientador de mesa que podrás colocar allá donde quieras.
Para perfumar tus armarios, puedes hacer bolsitas con flores o hierbas aromáticas. Tan solo debes coger pétalos de la flor que prefieras, aunque las rosas son las más olorosas, y mezclarlas con otros ingredientes naturales como eucalipto, tomillo, romero, jengibre, salvia o vainilla. Tú eliges. Rellenar saquitos de tela con la composición elegida y cerrar completamente la bolsa para que no se salga el contenido. Tu ropa olerá de maravilla durante un largo tiempo.
Si todos estos ambientadores caseros te resultan demasiado simples para ti, porque estás en otro nivel, también puedes lanzarte a fabricar tus propias velas perfumadas. No te asustes. Es mucho más fácil de lo que crees. Tan solo necesitas cera natural, aceites esenciales y una mecha.
Derrite la cera natural al baño maría y añádele unas gotas de aceite esencial. Coloca la mezcla en un molde. Tipo, una maceta, una taza, un bote de cristal, por ejemplo. No olvide colocar la mecha en el centro y sujetarla mientras viertes la mezcla. Después solo debes dejarlo unas ocho horas y, transcurrido ese tiempo, tendrás una vela perfumada DYS.