Antiguamente existía una regla no escrita que decía que la distancia entre el sofá y el televisor debía ser tres veces la diagonal de la pantalla. Actualmente, también es válida. Sin embargo, hoy en día la resolución de las imágenes también influyen en la distancia, por lo que, además de la diagonal de la pantalla, debes de tener en cuenta otras consideraciones.
Partiendo de la primera premisa, eso significa que para una televisión de 55 pulgadas, la distancia entre el sofá y el televisor debe ser de unas 165 pulgadas, o lo que es lo mismo unos 4 metros. Según sea el tamaño del aparato, esta distancia será mayor o menor.
Sin embargo, no es lo mismo un televisor con menor o mayor resolución. A mayor resolución, las imágenes cuentan con más píxeles y, por tanto, éstas son más nítidas a cortas distancias. Mientras que, a menor resolución, la escasez de píxeles por pulgada hacen que las imágenes a corta distancia se vean borrosas o pixeladas. Por tanto, con una pantalla de alta calidad puedes sentarte más cerca de la pantalla.
Para que te hagas una idea, las resoluciones más frecuentes son HD Ready (1280 x 720 píxeles), Full HD (1920 x 1080 pixeles), Ultra Alta Resolución 4K UHD (3840×2160 píxeles) y televisores 8K (7680×4320 píxeles). A mayor resolución, más cerca podrás ver la televisión sin que la imagen se distorsione.
Por ejemplo, un TV de 45 pulgadas Full HD deberías colocarlo a una distancia mínima de 2,04 metros, mientras que si ese mismo tamaño de televisor es 4K, la distancia mínima perfecta es de 1,80 metros.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de colocar el televisor en tu salón es el tipo de contenido que verás con más frecuencia. No es lo mismo ver deporte o jugar a un videojuego, donde es posible que quieras estar más cerca para tener una experiencia más inmersiva y no perderte detalle, que ver las noticias o un debate entre tertulianos, donde no necesitas prestar atención a los detalles.
Otra cosa que debes tener en cuenta a la hora de situar el televisor frente al sofá es la altura a la que lo colocarás. Debe estar a la altura de los ojos una vez sentado en el sofá, para evitar malas posturas o forzar los ojos. Porque si está demasiado alto, levantarás el cuello innecesariamente, forzando la postura. Y al inversa, lo mismo. Debes encontrar la postura ideal para estar cómodo, al tiempo que tus ojos no tengan que hacer más trabajo del necesario.
Y aunque es obvio, procura colocar el televisor frente al sofá. Si lo colocas en un lado, tendrás que girar constantemente la cabeza o el cuerpo, generando una mala postura.
A todos nos gustan las televisiones grandes, para conseguir una sensación más inmersiva, que conviertan el salón en una sala de cine. Sin embargo, tampoco hay que pasarse y hay que ser coherentes con el espacio del que disponemos. De otra forma, puede ocurrir que al ser la pantalla demasiado grande en un espacio reducido, no seamos capaces de ver la imagen completa, forzando de nuevo nuestra postura y los ojos. Y al revés, una tele demasiado pequeña en un espacio de muchos metros cuadrados puede provocar que nos seamos capaces de leer los letreros que aparecen, por ser demasiados pequeños o estar demasiado lejos de nuestra vista.
Explicadas todas las consideraciones que has de tener en cuenta para colocar el televisor a la distancia adecuada frente al sofá, te mostramos las distancias orientativas en función de las pulgadas del televisor, considerando que este es Full HD, para que te hagas una idea aproximada.
Para televisores de 25 pulgadas, la distancia ideal es de 1,28 metros. Para 35 pulgadas, 1,75 metros. Con 40 pulgadas, mejor de 2,04 metros. Si tiene 55, unos 2,44 metros. Con 65 pulgadas, aléjala hasta los 2,9 metros del sofá. Mientras que para televisores de 70 pulgadas o más, colócala más allá de los 3,02 metros.