Decoración sostenible, ¿en qué consiste?

Generar menos residuos, evitar los envases plásticos de un solo uso o utilizar un detergente eco para hacer la colada son algunas de esas pequeñas acciones cotidianas con las que contribuir a que el planeta respire un poquito mejor. Pero en casa todavía hay mucho trabajo por hacer. Las premisas, recomendaciones y consejos para una vivienda consciente se agrupan bajo el paraguas del llamado interiorismo sostenible.
Publicado por Margarida Muñoz · 16 de diciembre de 2022
Decoración sostenible, ¿en qué consiste?

El interiorismo sostenible consiste en estar más atentas al uso que damos a todo aquello que tenemos en casa asegurándonos de que nos resulta útil y que cumple con la función de ayudarnos a vivir mejor. Como ves, esto no tiene mucho que ver con el estilo decorativo de tu casa. Tiene que ver con adoptar un modo de vida que suponga un impacto positivo en el medioambiente, en las personas que tienes cerca y con llevar ese compromiso a la manera en que amueblas, equipas y vistes tu casa.

Una cuestión de perspectiva

Llevar una vida sostenible es un objetivo a largo plazo, por lo que es muy importante que no te agobies intentando emprender de golpe todas las acciones que nos recomiendan para que nuestra casa se convierta en una vivienda eco. Lo fundamental es que tomes la determinación de empezar a hacer pequeños cambios, uno a uno, y que sean sostenibles en el tiempo. Si, por ejemplo, te resulta imposible -por presupuesto o porque vives de alquiler- colocar placas solares, busca otra forma de ahorrar energía que sí esté a tu alcance.  

Pregúntate: ¿qué es lo más fácil que puedo hacer hoy? ¿Podré mantener esta rutina en el tiempo? Si la respuesta es sí, ¡adelante con ello! Recuerda: lo más importante es que encuentres un equilibrio entre el ideal de vida sostenible que persigues y las necesidades de tu día a día actual.

Aprovecha la arquitectura de tu casa

¿Cómo es tu casa? Fíjate en la ubicación, en la orientación y en la distribución de las estancias. Evidentemente, son aspectos que no vas a poder modificar, pero sí puedes cambiar el uso que otorgas a cada habitación en función de esas características.

¿Qué zonas de la casa disponen de más horas de sol? Ubica allí tu mesa de trabajo. ¿En alguna zona se generan corrientes de aire? Coloca el tendedero y seca la colada sin secadora. ¿Practicas meditación? Al hacerlo en penumbra, puedes ubicar ese rincón en un área más interior de la vivienda. Hazte preguntas y, si es necesario, redistribuye las estancias para aprovechar mejor los recursos de los que ya dispones.

Mobiliario y equipamiento sostenible

En el mercado existe una oferta amplísima para amueblar, equipar y decorar tu casa con artículos producidos con materias primas naturales o fabricados con procedimientos respetuosos con el medioambiente. Las maderas sin tratar, el corcho, el bambú o el linóleo son buenísimas opciones.

Antes de comprar algo, pregúntate si realmente lo necesitas e infórmate: ¿qué prestaciones tiene? ¿Con qué materiales está hecho? ¿Dónde y cómo se ha fabricado? ¿Qué pasará con este objeto cuando se acabe su vida útil y me deshaga de él? Compra de manera responsable e invierte en aquello a lo que puedas darle un uso intensivo durante más tiempo. Recuerda que tanto lo que compramos como lo que tiramos tiene un impacto en nuestra huella ecológica.

En este estudio, la mesa escritorio es de roble americano que proveniente de bosques sostenibles. 

Evita las fibras sintéticas

¡Lo natural está de moda! Te resultará muy muy fácil encontrar en el mercado todo tipo de textiles y objetos deco fabricados con fibras naturales: alfombras de lana, cortinas de lino, sillones, auxiliares y cestos de mimbre, yute o ratán… La lista es extensísima y está repleta de objetos que, además de bonitos, funcionales y ecológicos, ponen el énfasis en el respeto por la tradición y el trabajo artesanal. Además, decorar con objetos creados con fibras naturales te ayudarán a crear un ambiente cálido en el que se respira calma, comodidad y bienestar.

En esta terraza las fibras y las maderas se apoderan de la estancia para darle calidez. 

Busca siempre la alternativa menos contaminante

Igual que en el ámbito de la higiene personal, para la limpieza doméstica puedes encontrar una amplia gama de detergentes libres de tóxicos. ¡Pruébalos! La limpieza es igual de efectiva pero reduce el impacto que el mantenimiento de nuestras viviendas tiene en el planeta. Además, tu casa estará mucho más sana y libre de alérgenos. 

En clave de Re

Reutiliza, recicla, recupera, restaura, regala. No hay nada más sostenible que no duplicar o no desechar aquello que ya tenemos. No solo al comprar estamos impactando negativamente en el medio -todo va envasado o envuelto en plásticos- sino que hacer desaparecer nuestros residuos del planeta es, todavía, una lección pendiente. Así es que procura siempre reaprovechar lo que tienes o, si no es posible, regalarlo o vendérselo a alguien que sí pueda darle un nuevo uso. De la misma manera, opta por buscar aquello que necesitas en el mercado de segunda mano: ¡hay cosas estupendas y en perfecto estado que seguro pueden servirte! Además, introducir en casa un mueble auxiliar vintage es siempre una lección de estilo!

Un apunte extra: opta por el comercio local

Recuerda que la sostenibilidad no es algo individual, sino que es un objetivo colectivo que nos implica a todos.  Compra en el barrio: no solo darás vida a tu zona y favorecerás al pequeño comercio, sino que, además, evitarás los residuos que genera el envío de miles de productos procedentes de la venta online.

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